El Otoño. El Otoño obliga al bosque a entregar lo mejor de sí mismo: aparecen los frutos rojos, las moras, los anaranjados escaramujos; crecen tesoros en forma de hongos, caen las hojas como de pergamino, las aves migradoras sobrevuelan la Península y se van y, sin embargo, otras vienen a descansar, a invernar. El Verano, por su parte, todavía descansa en las herbáceas orillas del Júcar, donde los chopos y las higueras mecen sus ramas al son del borboteo del agua cristalina que allana La Manchuela.
En la orilla, algunos pececillos relucientes (¡¡¡GAMBUSIAS INVASORAS!!!) se agrupan curiosos ante mi presencia, inquietos, mientras una culebra viperina (Natrix maura) de un color marrón pajizo ondea hacia ellos. Es una culebrilla delgada que nada con estilo. Nunca había visto una culebra viperina. ¡Qué ilusión me hace verla ondear sobre el lecho de guijarros! ¡Qué arte para nadar! ¡Qué estilo! ¡Cómo baila! El ofidio se desliza ante mis ojos y se esconde entre unos carrizos, junto a los peces, nada entre ellos en armonía y desaparece bajo la hierba. Los pájaros, como los papamoscas cerrojillos que se esconden en los ramajes de una higuera cercana, llenan el aire todavía frío de la mañana con sus cantos. El agua fluye sin cesar, reluciente.
-Pic. Pic. Wic, wic, wic, wic. Pic. Pic. -dice el papamoscas a lo lejos.
-Currrrruc. -le contesta una polla de agua que no consigo descubrir. El graznido resuena a través del túnel del río.
La margen del río es el reino de las hierbas y los insectos. Muchos caballitos del diablo, de color azul iridiscente, encuentran pareja sobre el bullir del agua. Diviso varias especies, algunos parecen agujas celestes y frágiles, como de cristal de Murano.
Sobre una alta hierba, dos ejemplares de langosta egipcia (Anacridium aegyptiacum) calientan sus membranosos cuerpos a la luz del sol mañanero que ilumina el recodo, y una oruga peluda se estira hacia el cielo.
En el camino que baja a la ribera, hay un rosal silvestre repleto de escaramujos grandes y relucientes, hinchados y naranjas.
Aunque no lo parezca... es Albacete. |
-Pic. Pic. Wic, wic, wic, wic. Pic. Pic. -dice el papamoscas a lo lejos.
-Currrrruc. -le contesta una polla de agua que no consigo descubrir. El graznido resuena a través del túnel del río.
La margen del río es el reino de las hierbas y los insectos. Muchos caballitos del diablo, de color azul iridiscente, encuentran pareja sobre el bullir del agua. Diviso varias especies, algunos parecen agujas celestes y frágiles, como de cristal de Murano.
Sobre unas hojas de enredadera, unas jóvenes chinches pirrocóridas se apretujan. |
En el camino que baja a la ribera, hay un rosal silvestre repleto de escaramujos grandes y relucientes, hinchados y naranjas.
Las mariposas de la col siguen añadiendo su pálida presencia a nuestros campos. Con las alas rotas, incluso una frágil mariposa es capaz de volar. |
El agua sigue fluyendo, las mariposas sobrevuelan las últimas flores del verano y los pájaros llenan el cielo valdeanguero de cantos forestales.
Una entrada donde enumeras que lo que sucede en otoño y los animalesd que aparecen cerca del río, aunque hay algo de trasfondo poético.
ResponderEliminarLe cuesta al verano irse y al otoño llegar, sigue haciendo bastante calor.
Un saludo.
Tío..., hasta la libélula te saluda, colega!
ResponderEliminarMe ha encantado tu paseo y su relato... Acabo de leerte siempre con una gran sonrisa en mi cara, GRACIAS!
Un abrazo.
Me encantó la entrada. Qué de vida trae el rio verdad? A mí también me encanta pasearme por ellos a observar cómo lo aprovechan otros seres.
ResponderEliminarMe gusta tu pasión al narrarlo.
Bsos!
Qué gratificante es el agua. Te sientas al lado de ella y ves pasar la vida con la misma tranquilidad con la que uno mira con atención todo lo que le rodea.
ResponderEliminarDa gusto como te metes en el papel. Los caballitos están alucinantes, te estás convirtiendo en un gran afotador.
Saludos.
¡Que suerte tienes de ver el agua fluir aún! Yo sólo veo estanques pútridos.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Guillermo;
ResponderEliminarGracias a tu suscripción a mi blog he podido descubrir el tuyo.
Me encanta ese personal estilo que tienes para narrar tus paseos por la naturaleza. Desde hoy tienes otro fiel seguidor. Un saludo
-Valverde: gracias, es que el Otoño me vuelve lírico. No me digas que no es poco bucólico ver las setillas, los petirrojos, las encinas & los robles, etc. en plena acción :D
ResponderEliminar-Transi: muchas gracias. La verdad es que no me di cuenta de que tenía la pata así hasta que miré la foto después de hacerla. Besos.
-Miazuldemar: para ir al Júcar hay que coger el coche e ir hacia el norte, y en su ribera hay unos pueblecicos con un encanto especial. Un abrazo.
-Javi: sí, y lo que mola es cuando te quedas quieto un rato y los animales se acostumbran y empiezan a salir, ¡me encanta! Gracias por tus elogios. Sólo fotografío lo que hay.
-Tomás: pues a limpiar esos estanques pútridos, que hay que salvar nuestras queridas Tablas manchegas. No siempre están cristalinas estas, como le pille al río un día de esos en que baja cabreao, el agua va marrón. Un saludo.
-Mingo: gracias, yo al tuyo llegué tras ir de blog en blog. Me gustó mucho. Un saludo y espero que vuelvas ;)
Muchas gracias por visitar mi cueva. Esta vez me decido a dejar mi huella en esta ventana done siempre aprendo algo nuevo
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta la imagen del caballito del diablo azul, qué boniiiito :D Hacía mucho que no me pasaba por aquí, pero de vez en cuando, cuando tengo tiempo ...
ResponderEliminarMe encantan tus fotos :) aunque... eses bichos (langosta egipcia) son feos!! hahah
Volveréeee, someday
att; annie
Yo vivo justo donde el Júcar pierde su encanto, donde deja de ser río y se convierte en una pena de río. En un inmundo basurero.
ResponderEliminarUn hermoso blog. Felicidades.
Salud.
Guillermo: veo en mi barra lateral una entrada tuya nueva sobre el colirrojo tizón pero, clico y me lleva al post del río Jucar.
ResponderEliminarNo sé qué pasa.
Insistiré...
Saludos.
Javi, es que la borré, no me dejaba poner bien las fotos. Luego la pondré de nuevo, cuando tenga tiempo. Un saludo.
ResponderEliminarMeritorias fotos de las libelulas..el otro dia intente con alguna y fracaso total!
ResponderEliminarSaludos camperos.
la naturaleza, hasta en su más mínimo detalle es espectacular... enhorabuena por tu blog y porque intentes inculcar estos valores a tú hermana jaja
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