sábado, 17 de junio de 2017

Insectos, plantas y pinturas rupestres en el Arquillo

    A unos 60 kilómetros al suroeste de la ciudad de Albacete, se encuentra la laguna del Arquillo, en el término de Masegoso. Hace unos días decidimos en el grupo de Facebook "Fauna y flora de Albacete" que podríamos acercarnos el jueves 15 de junio, ya que ese día era fiesta. Y así fuimos.
Un lugar que me pareció onírico, con los altos herbazales aún verdes y las flores violáceas
de Catananche caerulea que salpicaban el mar de espigas verdes.
Volaban de aquí para allá cientos de mariposas, casi todas de la misma especie,
la medioluto ibérica (Melanargia lachesis).
    Nada más llegar, avistamos un aguilucho lagunero occidental y un busardo ratonero unos minutos después. Los buitrones cantaban sin parar y el carricero común, encaramado a un sauce, se hacía el dueño vocal del lugar.
    Caminando en torno a la laguna, por el sendero, al final acabamos repartidos en varios grupos. Conforme andábamos, me iba dando cuenta de la cantidad de hormigas de la especie Camponotus cruentatus que se movían bajo nuestros pies. Las florecillas salpicaban los herbazales y bosquetes de majuelos y carrascas y nos deleitábamos fotografiándolas.
Azulejo (Catananche caerulea)
Brunela (Prunella laciniata)
Consuelda menor (Prunella vulgaris)
    De insectos no anduvo mal la cosa tampoco. Vi varias especies nuevas para mí (prácticamente todas lo eran), algunas de ellas, eran ya viejas conocidas del lugar, como el insecto palo (Pijnackeria sp.). En el agua observamos las típicas tortugas, los galápagos leprosos y la floración de los nenúfares amarillos.
Un sésido, creo que se trata de Pyropteron muscaeformis, aunque a saber, libando flores de torvisco.
El endemismo ibérico Anisoplia baetica, gran amante de algunas gramíneas. Especie muy abundante en la zona.
Hoplia bilineata sobre cardo corredor, un rutélido parecido al anterior.


Proctenius luteus, un tenebriónido.
La chinche Spilostethus saxatilis, con su característico uniforme rojo y tonos pizarras y negros. 
    Nos acercamos al resguardo de la roca donde se supone que estaban las pinturas rupestres, pinturas esquemáticas del arco mediterráneo ibérico que son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1998. Y efectivamente, allí estaban, siendo la más llamativa, por su fácil interpretación y tamaño, la pintura de un ciervo.
El ciervo es "considerado como un animal psicopompo, es decir, conductor de almas, heraldo de divinidades y guía trascendente de héroes primordiales. La cultura ibérica prerromana representó al ciervo como un animal que participaba en determinados ritos de tránsito de los héroes o durante cazas. Constituyó un elemento básico en la religiosidad indígena y en los monumentos funerarios se le observaba como un animal guardián y protector de tumbas y guía de difuntos desde Lusitania hasta Celtiberia, según Blázquez (1983)", según Mateo Saura, Jordán Montes y Simón García (2004).
    Fue una buena mañana que compartí en este bello lugar con buena gente, lástima que tuviésemos que volver a casa tan pronto, pero la temperatura (+37 C) no nos permitió aguantar más.

lunes, 12 de junio de 2017

El primer bimbo de 2017

    Hoy por fin he bimbado una curruca mirlona (Sylvia hortensis) a las afueras de Chinchilla. Un pajarito que se me resistía y que por fin he podido ver cuando me dirigía a observar unos arbolillos de espantalobos (Colutea hispanica) que crecen a la entrada del pueblo. 

sábado, 10 de junio de 2017

Una tarde de junio contigo, en el espartal

    Acompáñame, vayamos juntos. Quiero que vengas conmigo, para volver a ese lugar que tan felices nos hace. Quiero que ambos tomemos un nuevo contacto con esta buena y antigua tierra, tan llena de secretos a la vista del que desee encontrarlos. Yo conozco los rastros, las señales, pero no soy dueño de esta tierra, simplemente formo parte de ella y me apasiona conocer a mis vecinos, tengan dos o veinte pares de patas, raíces, hojas o aristas de caliza. Vamos a redescubrir juntos el mundo que una vez olvidamos. No me sueltes la mano. No nos detengamos, hay mucho que ver, mucho que vivir, mucho que sentir, pero quiero que todo eso sea junto a ti, en este lugar. Quiero presentarte a mis nuevos y mis viejos amigos del alma.
    Las mariposas alegran la atmósfera, junto a las aves, con sus hermosas alas de mil colores. Me alegra ver que el verano está aquí, no es un espejismo, no, es la pura realidad. Los duendes del bosque han salido a absorber el calor de Helios; vamos a buscarlos, no nos demoremos. Ahí aparece la Pyronia bathseba, junto al recodo de la carretera donde abundan el ailanto, la hierba de San Juan y las centáureas. Una de nuestras mariposas más comunes, ¿la recuerdas? 
¿Por qué son tan abundantes estas mariposas en nuestra zona? ¡Muy fácil! Porque sus orugas se alimentan de una de las plantas más extendidas en los pinares: el lastón (Brachypodium sp).
Pyronia bathseba sobre Centaurea aspera en la Sierra de Chinchilla, 9.6.2017.
    No nos demoremos, quiero ir a nuestro sitio especial, allí donde la mirada llega hasta los límites mismos de Castilla: en efecto, el espartal. El aparente secarral donde poco más que la atocha y algunos otros arbustos parecen sobrevivir. No es un secarral, ya sabes toda la vida sorprendente que podemos encontrar aquí. ¿No te apetece volver a rodear las macollas de la atocha junto a mí? ¿No quieres volver a ver el sol ponerse tras la enorme llanura manchega? ¿No te apetece sentir el aroma de la lavanda y el tomillo? ¿No quieres volver a sentir esa conexión con la tierra herida que se recupera poco a poco? Esperemos.
    En el espartal, ya no quedan muchas flores. Ha hecho mucho calor, pero ahora empieza la floración de muchas plantas, como la del rabogato o Sideritis angustifolia subsp. mugronensis = Sideritis mugronensis, que crece por esta zona. Acerquémonos a una para ver qué insectos pululan sobre ella. ¡Vaya! Nos sorprende una reluciente hormiga, la Camponotus aethiops. También vemos otras hormiguitas más pequeñas, son Crematogaster auberti. 
Sideritis mugronensis
    ¡Pero mira lo que vuela entre las espigas del esparto! Una preciosa macaón (Papilio machaon), que tiene la gracia del monte pintada en las alas, decide posarse en el mismo suelo para que podamos fotografiarla. Si quisiera, hasta podríamos dibujarla en el acto. Está tranquila, como nuestros corazones en este lugar.
Papilio machaon
    Sigamos navegando en el mar de espartos. Nos llegan los olores de la ajedrea, el tomillo, el té de roca, la lavanda. No lo puedo evitar, esos olores me revitalizan, me rellenan los huecos del alma y el corazón poco a poco, se me olvidan los pesares y recuerdo que estamos aquí, en este lugar, que lo que cuenta es el ahora, lo que vemos, lo que soñamos y vivimos al momento. Vamos a levantar una piedra, para ver qué hay debajo... ¡Oh, no parece que haya ningún animal escondido! Pero... espera, ¿qué es eso? Una pequeña araña saltarina, la Cyrba algerina, una especie que no habíamos visto antes.
Cyrba argelina
    Sigamos caminando, no te separes, no te vayas, vamos a la casa de la araña lobo (Lycosa hispanica), nos recibirá en el umbral de su túnel. Hay que tener cuidado, respetarla y no incordiarla.
Lycosa hispanica
Lycosa hispanica
    Dejémosla en su guarida, esta noche saldrá a comer y necesita descansar y coger fuerzas para la cacería. 
    Cientos de saltamontes huyen a nuestro paso. Qué buen escondrijo para un ortóptero son las genistas, las macollas, los enebros. Dime, ¿no disfrutas tanto como yo? ¿No lo echas de menos? Sentémonos un rato, bebamos agua fresca, llevo una cantimplora en la mochila. Descansemos, hay tiempo para todo. Algo vuela sobre nosotros: es un aguililla calzada (Aquila pennata) que nos mira con curiosidad, nos echaba de menos. Sobrevuela el espartal y se dirige a toda velocidad hacia el este, donde acaba desapareciendo entre las colinas arboladas.
Aguililla calzada (Aquila pennata)
    Descubres cerca unas florecillas rosadas, las del clavel español (Dianthus hispanicus). Son delicadas y sobresalen a la sombra de un esparto.
    Se me ocurre algo, vayamos al otro lado de los pinos, bordeando la tierra de labor, adonde crecen las siemprevivas y las candileras, donde la santolina atrae al pequeño escarabajo de las alfombras (Anthrenus pimpinellae). Sigamos viendo qué nos encontramos, descubramos más insectos y dime si no quisieras que este momento durase eternamente.
Hormiga león (Myrmeleontidae)
Posible Chorthippus vagans.
Mylabris sp. sobre candilera (Phlomis lychnitis).
Oedaleus decorus
    El sol se aproxima al horizonte a 1600 km/h., sin embargo, todavía tenemos tiempo. Entre las siemprevivas, descubrimos a la Uloborus, la araña sin veneno. Me alegro mucho, ¿no recuerdas cuando la vimos el año pasado, en este mismo lugar?
    Nos sentamos  en una gran roca, frente al campo de cebada, que no tiene muy buen aspecto. A nuestro alrededor percibimos decenas de insectos y me acuerdo de la película Microcosmos, que nunca dejo de recomendarte. Dime, ¿qué sientes? ¿Puedes oír el sonido de la autovía a lo lejos? Si el viento viniera del Norte, no lo oiríamos. Un zumbido, unas chinches sobre una flor, una oruga recorre un tramo de un tallo, una mariquita camina a toda velocidad sobre una brizna de hierba... son seres diminutos que no conocen ni el bien ni el mal, que viven su vida ajenos a cualquier problema que nosotros tengamos. Los insectos viven en su mundo de sol, lluvia, arbustos y aromas, ora volando, ora corriendo. La humanidad caerá y ellos seguirán, con sus armaduras de quitina, sus colores y los efluvios de la tierra húmeda. Uno se siente tan ridículo al comparar los problemas del primer mundo con la existencia efímera pero interminable de los artrópodos. Detrás de mí hay un bullicio de alas en torno a unas pocas espigas de Salvia lavandulifolia. Me sorprende encontrar algunas espigas de la otra salvia, la S. verbenaca, todavía frescas y en plena floración, cuando en el resto de la zona están todas pasadas.
Sentado, simplemente respirando, observando, veo cosas como estas: Carpocoris mediterraneus.
Salvia lavandulifolia
Dime si no es "la avispa más bonita del mundo". Chrysididae.
    El sol se filtra a través de las espigas y las hojas que ya se agostan. Me encanta ver la luz descompuesta en esa gama de colores amarillos, dorados, ocres... Vayamos volviendo, no hay prisa, pero sí destino. De repente, nos sorprende el zumbido de un enorme asílido que nunca habíamos visto. Se trata de una pareja de moscas salteadoras de la especie Stenopogon sabaudus. Son bastante imponentes...
Stenopogon sabaudus
    Volviendo, vemos decenas de Mylabris sobre las espigas, sobre las flores. Están como meditando, con la cabeza bien pegada a las yemas de las plantas. Vamos a dejarlos tranquilos, que oren en el páramo ibérico en silencio. Una gran mariposa blanquinegra aparece entre las espigas del lastón, volviendo a posarse unos metros más allá. Es una medioluto herrumbrosa (Melanargia occitanica), cuyas larvas también se alimentan del lastón y otras poáceas. Se hace de noche poco a poco y debemos continuar, todavía nos queda atravesar de nuevo el espartal, mi querido espartal...
Melanargia occitanica
    Ni cuando la oscuridad va derramándose sobre las colinas podemos dejar de encontrar seres maravillosos. Una pequeña mantis correteando nos hace detenernos. ¡Pero si es una Geomantis larvoides! ¿No recuerdas verla conmigo, en este mismo lugar, hace ya cuatro años?
Geomantis larvoides
    Se nos hace tarde, son casi las diez de la noche. Seguimos caminando, vamos recordando las maravillas observadas, lo que hemos sentido en este lugar único para nosotros. Dime, ¿quieres repetirlo? Pero... ¿qué es eso? ¿Más animalitos que mirar y admirar? ¡Pues sí! Una de las arañas cangrejo más bonitas que he visto nunca, grande, amarilla como la yema de un huevo de gallina, entre las flores de una Fumana dormida.
Thomisus onustus
    Me encantaría quedarme con todos vosotros, amigos de seis y ocho patas, pero las obligaciones de la sociedad humana me arrastran y no puedo zafarme, me temo. Tal vez algún día, viva solo por y para la naturaleza, tal y como ella debió de vivir hacia nosotros un día ya lejano. Nos apresuramos entre los pinos, veo plantas de Galium verum y Teucrium chamaedrys y alguna flor de escabiosa, pero hay que irse ya, lo siento. Soy el primero que quisiera quedarme... ¿Te has divertido? ¿Te sientes mejor después de este paseo? ¿No te apetece contárselo a todos tus amigos? Dime, ¿repetirías conmigo? Yo sí. ¿No es único lo que tenemos aquí? ¿No quieres que este lugar se convierta en el antiguo templo de la vida que un día fue para nosotros? Dímelo... pero no lo digas.
    Al salir de los campos, de los bosques, me pregunto ¿a dónde has ido? ¿Dónde estás? ¿Te has quedado atrás? Pero no. La única persona con la que he ido al atochar soy yo mismo, siempre. No me ha acompañado nadie más, solo la memoria difusa de algo raro. No sé qué pensar, pero en mi cabeza resuena una frase de Darwin:

I am dying by inches, from not having any body to talk to about insects.

jueves, 1 de junio de 2017

Explorando Villalgordo del Júcar, La Roda y Fuensanta con algunos naturalistas de Albacete

    El pasado miércoles día 31 de mayo, algunos naturalistas del grupo de Facebook "Fauna y Flora de Albacete" organizamos una excursión para explorar el entorno del Júcar, en la zona de La Roda, Villalgordo del Júcar y Fuensanta. Aprovechando la fiesta regional, salimos pronto por la mañana desde la capital provncial hacia La Roda. Allí nos redistribuimos en los coches de nuestros amigos y fuimos directos a El Batanejo, en Villalgordo del Júcar, guiados por Gabriel. Debo reconocer que me encantó la zona, aunque me trajera no una, sino TRES garrapatas de este hermoso lugar que linda en parte con la vecina provincia de Cuenca.
El Batanejo, Villalgordo del Júcar.
    Anduvimos entre espartos, romeros, pinos piñoneros y encinas, buscando flora y fauna que llevarnos a la tarjeta de memoria de la cámara. Y vimos mucho, ¡vaya si vimos!
Mylabris sp. El Batanejo, Villalgordo del Júcar. 
Lagartijas colilargas dándole al tema. El Batanejo, Villalgordo del Júcar.
    En el paseo por El Batanejo, bajamos unos escalones hacia el río, hacia la chopera. Allí, entre grandes moles llenas de grietas, quedaban las espigas secas de los ombligos de Venus, la uña de gato (Sedum sp.) y entre los álamos blancos crecían las hierbas altas, verdes, y entre ellas, los restos de las espigas florales de las orquídeas Limodorum abortivum y Cephalanthera damasonium. Emilio José encontró unas Russula que parecían de tiza al romperse. Entre los álamos crecían algunos arbustos de espantalobos (Colutea brevialata) con sus curiosos frutos, sonajeros naturales del bosque mediterráneo.
Espantalobos (Colutea brevialata). Villalgordo, 31.5.2017.
    Una enorme sorpresa que me llevé en esta vega, que me hizo llamar a todos mis compañeros, fue encontrar una pareja de abejillas del álamo (Sesia apiformis) en plena cópula. Nunca había visto esta especie cara a cara.
Abejilla del álamo (Sesia apiformis) en plena cópula. Villalgordo del Júcar, 31.5.2017.
Seguimos caminando, saliendo de la vega del río, de nuevo a la parte de monte mediterráneo, a Casa Canero, adonde nos dirigíamos para ver un enorme olmo muerto, pero al llegar, ya no estaba, se lo habían llevado, lo habrían quemado.... Aun así, no cesábamos de sorprendernos con la enorme biodiversidad que encierran estas tierras.
Pequeño hespérido, Muschampia proto, identificado por Fernando Camuñas-Mohinelo. Villalgordo, 31.5.2017.
Acrotylus cf insubricus. Villalgordo del Júcar, 31.5.2017.
Camponotus micans, identificada con la ayuda de David Cabanillas Roldán. Villalgordo, 31.5.2017.
Pseudovadonia livida junto a Camponotus micans sobre Thapsia villosa. Villalgordo, 31.5.2017.
Flor de jarilla (Helianthemum sp.) cubierta de ácaros rojos. Villagordo, 31.5.2017. 
Lagartija ibérica, parece una Podarcis gr virescens. Villalgordo, 31.5.2017.
Cerocoma schreberi. sobre Thapsia villosa. Villalgordo, 31.5.2017.
    Por la zona pudimos ver también rapaces como el aguililla calzada (Aquila pennata) y algunos aguiluchos laguneros (Circus aeruginosus). Y algún mamífero, como este corzo (Capreolus capreolus), especie que empieza a reconquistar la provincia de Albacete tras siglos.
Corzo (Capreolus capreolus). 31.5.2017.
Ajos púrpuras (Allium sphaerocephalon). Villalgordo, 31.5.2017.
    Volviendo ya, Pablo recomendó hacer una parada frente al Palacio de los Gosálvez para ver el famoso naranjo de los Osages (Maclura pomifera), de los pocos que hay en nuestra provincia. Se trata de un árbol procedente del sureste de Norte América. Seguidamente nos dirigimos a La Manchega, en Fuensanta, a ver el bosquete de quejigos (Quercus faginea), un lugar mágico que Gabriel quería que viéramos por si nos encontrábamos algún duende. El quejigo es un roble muy mediterráneo que vio mermadas sus poblaciones sobre todo en la Edad Media y Edad Moderna, sin embargo, se han conservado en zonas "olvidadas" y montañas altas, aunque es muy resistente a la sequía. Según Los bosques ibéricos, hay en Almería quejigos con menos de 350 mm de precipitación al año, creo recordar. La Manchega nos regaló varias escenas interesantes con sus correspondientes especies antes de ir a comer a La Roda.
Agalla de Andricus quercustozae. La Manchega, Fuensanta, 31.5.2017.
Fuscoria torulosa. La Manchega, Fuensanta, 31.5.2017.
Dedalera (Digitalis obscura). La Manchega, Fuensanta, 31.5.2017.
Quejigar de La Manchega, Fuensanta. 31.5.2017.
Emilio José mostrándonos el cambio de color al cortar un Xerocomus submembranacea. La Manchega, Fuensanta, 31.5.2017.
Phlomis herba-venti en La Manchega, Fuensanta, 31.5.2017.
    Después de estas caminatas, volvimos a La Roda a repostar. Comimos en El Rincón de Pepe por unos 10€ mientras comentábamos ideas naturalísticas entre todos y hacíamos la puesta en común. Dos horas después, nos encaminamos hacia El Carrasco, pero giramos hacia el paraje de El Concejo, un hermoso bosque de pinos piñoneros grandes y encinas, y llegamos al río de nuevo. Allí, paseando por el bosque de ribera, seguimos viendo cosas la mar de interesantes. El soto se oscureció con los intervalos nubosos que traían lloviznas a ratos.
Aethiessa floralis. El Concejo, La Roda, 31.5.2017.
Gorgojo lixínido. El Concejo, La Roda, 31.5.2017.
Escarabajos de las flores (Oxythyrea funesta y Tropinota squalida) sobre cardo mariano. El Concejo, La Roda, 31.5.2017.
Beleño negro (Hyoscyamus niger). El Concejo, La Roda, 31.5.2017.
Bosque de ribera, parece la selva tropical, en El Concejo, La Roda. 31.5.2017.
Vimos muchas hormigas Crematogaster scutellaris. La Roda, 31.5.2017.
    En este paseo, al salir de la vera del río, subimos la ladera para ir volviendo ya a los coches. Allí me fijé en una compuesta que identifiqué hace poco en unos páramos de la Sierra de Chinchilla, Jurinea humilis. Crecían también salvias, tomillos, lechetreznas y lastón. Nos detuvimos a observar y fotografiar unas cucharas de pastor (Rhaponticum coniferum), una de ellas venía con sorpresa:
Insecto palo (Pijnackeria sp.) sobre cuchara de pastor (Rhaponticum coniferum).
El Concejo, La Roda, 31.5.2017.
     Lástima que la cámara no me llegase para poder verle la parte final del abdomen y acercarnos a una identificación más precisa...
Aspecto del hábitat donde encontramos el Pijnackeria. El Concejo, La Roda, 31.5.2017.
    Finalmente, ya cansados, nos acercamos a un enorme pino piñonero que crece junto al río, al lado del puente del AVE. Era un ejemplar descomunal, creo que el más grande que he visto en mi vida entera. Una enorme mole de biomasa gimnospérmica que eclipsaba hasta la luz del astro rey...
Se puede ver a mi amigo Pablo en la parte inferior, a la izquierda del tronco,
para que os hagáis una idea del gigantesco tamaño de este árbol. La Roda, 31.5.2017.
La Roda, 31.5.2017.
Agalla de Aceria populi sobre álamo blanco, justo al lado del pino. La Roda, 31.5.2017.
Un pequeño escarabajo que vi por la zona, creo que es del género Galeruca. La Roda, 31.5.2017.
    Así concluyó nuestra excursión. Quiero dar las gracias desde esta entrada a María ('Meri Yeinn'), Pablo López Aracil, Rafa Torralba, Emilio José Salvador, Gabriel MJ, Juanan Herreros y Antonio Muñoz, que hicieron que el día fuese más especial todavía, entre bichos y plantas. La verdad es que el grupo de Facebook de Fauna y Flora de Albacete, que podéis visitar haciendo click aquí, es un lugar genial para conocer a otros naturalistas de la provincia y, sobre todo, para aprender mucho y salir con ellos al campo, que es lo que le da calidad al tema.

Gracias por leerme.