Esta mañana hemos ido a Whitby, una ciudad costera al Noreste de Yorkshire, situada en la desembocadura del río Esk. En lo que se refiere a campeo, poco hemos hecho. Antes de llegar, hemos pasado por los North Yorkshire Moors, un parque nacional británico consistente en páramos cubiertos de brezos diversos, algunos pinos y lagópodos escoceses (Lagopus lagopus scotica). Como ha estado nevando estos días, había nieve por doquier, y los senderos estaban congelados, lo cual hacía que andar fuera bastante incómodo.
North Yorks Moors nevado, esta misma mañana.
La vez anterior que fui a los North Yorks Moors, tuve la suerte de observar varios ejemplares de lagópodo, pero esta vez no nos hemos internado mucho en el parque, además había bastantes andarines.
De ahí hemos seguido hacia Whitby, una de mis poblaciones favoritas de Yorkshire. Allí no hemos hecho mucho, pero el ambiente costero, ligeramente victoriano (pero de pega), de la ciudad invitaba a pasear por sus calles y entrar en las numerosas tiendas. En el muelle, donde hemos aparcado, he podido observar varias aves interesantes, a las cuales, por cierto, me he acercado bastante.
Vuelvepiedras (Arenaria interpres), posado en el techo de un bote.
Graja (Corvus frugilegus). Este ejemplar, relajado, se mantuvo unos minutos mirando a ver si podía pillar alguna patata frita (Fish&Chips) suelta por ahí.
Otro vuelvepiedras, compañero del anterior. He comprobado la "domesticidad" de esta limícola en varios emplazamientos costeros del Reino Unido. Son capaces, incluso, de comer miguitas de pan de tu propia mano.
Como no era una visita naturalística en sí, no iba muy preparado, aunque llevaba los prismáticos conmigo. Otras aves que había por el muelle eran: un cormorán grande (Phalacrocorax carbo), gaviotas canas (Larus canus), argénteas (L. argentatus), reidoras (Croicodephalus ridibundus).
Al internarnos por las calles de Whitby, es inevitable empaparse del entusiasmo de los transeúntes y los vendedores. Las calles estaban llenas de tiendas de alegres y sonrojados ingleses sonrientes que vendían souvenirs, comida local y ropas. En una de estas tiendas de aspecto hippi, me ha atraido una cesta con un cartel que decía "Seeds - 50 p each" ("semillas - 50 peniques cada una"). Dentro no había semillas, sino frutos tropicales secos, como el de Nelumbo (flor de loto), que no he podido evitar comprar, así como un fruto con aspecto de coco pequeño y agrietado. En otra llamativa tienda cubierta de relucientes geodas pulidas y minerales brillantes, he conseguido un Ammonites procedente de Francia.
Tres caprichicos (ya ves con qué cosas uno es feliz): un fruto que aún no sé lo que es, un ammonites jurásico del siglo cuarenta y un fruto seco de flor de loto.
Ammonites del Jurásico superior (oxfordiense), procedente de Charente et Vienne (Francia).
Al pasear y fijarme en los escaparates, uno se da cuenta de la tradición pesquera de Whitby. Muchas tiendas de recuerdos tienen pequeñas figuras de gaviotas, frailecillos, barcos, faros, peces y marineros, y ristras de postales marinas colgaban a las entradas de algunos estancos. En el escaparate de una tienda de mariscos llamada Sandgate Seafoods, me ha sorprendido encontrar una de las cosas más raras que he visto en mi vida: un cráneo de dugongo (Dugong dugon), un sirénido, como los manatíes. Junto a él, cangrejos de los cocoteros (Birgus latro) disecados, mandíbulas de diversas especies de escualos y una sierra de pez sierra (Pristis sp.), bajo lo que parecían unos dientes de cachalote (Physeter macrocephalus). Como veis, hoy no he salido mal parado en lo que respecta a especímenes, ya sea en mi bolsillo o en la cámara.
Cráneo de dugongo (Dugong dugon). Uno de los "objetos" más raros, curiosos e inesperados que he visto desde que llegué a Inglaterra.
Diversas mandíbulas de tiburones [entre ellas de marrajo (Isurus oxyrincus) y de tiburón liso (Odontaspis ferox)], la sierra del pez sierra (Pristis sp.) y los dientes -creo- de cachalote (Physeter macrocephalus).
Cangrejo de los cocoteros (Birgus latro) disecado.
En conclusión, si alguna vez pasáis por Yorkshire, no dejéis de ir a Whitby, sobre todo si os gusta el mar o la literatura inglesa, ya que esta ciudad tiene mucho que ver con Dracula (1897), de Bram Stoker. No os defraudará...
Whitby
Otra vista de Whitby con sus característicos botes.
North Yorks Moors nevado, esta misma mañana.
La vez anterior que fui a los North Yorks Moors, tuve la suerte de observar varios ejemplares de lagópodo, pero esta vez no nos hemos internado mucho en el parque, además había bastantes andarines.
De ahí hemos seguido hacia Whitby, una de mis poblaciones favoritas de Yorkshire. Allí no hemos hecho mucho, pero el ambiente costero, ligeramente victoriano (pero de pega), de la ciudad invitaba a pasear por sus calles y entrar en las numerosas tiendas. En el muelle, donde hemos aparcado, he podido observar varias aves interesantes, a las cuales, por cierto, me he acercado bastante.
Vuelvepiedras (Arenaria interpres), posado en el techo de un bote.
Graja (Corvus frugilegus). Este ejemplar, relajado, se mantuvo unos minutos mirando a ver si podía pillar alguna patata frita (Fish&Chips) suelta por ahí.
Otro vuelvepiedras, compañero del anterior. He comprobado la "domesticidad" de esta limícola en varios emplazamientos costeros del Reino Unido. Son capaces, incluso, de comer miguitas de pan de tu propia mano.
Como no era una visita naturalística en sí, no iba muy preparado, aunque llevaba los prismáticos conmigo. Otras aves que había por el muelle eran: un cormorán grande (Phalacrocorax carbo), gaviotas canas (Larus canus), argénteas (L. argentatus), reidoras (Croicodephalus ridibundus).
Al internarnos por las calles de Whitby, es inevitable empaparse del entusiasmo de los transeúntes y los vendedores. Las calles estaban llenas de tiendas de alegres y sonrojados ingleses sonrientes que vendían souvenirs, comida local y ropas. En una de estas tiendas de aspecto hippi, me ha atraido una cesta con un cartel que decía "Seeds - 50 p each" ("semillas - 50 peniques cada una"). Dentro no había semillas, sino frutos tropicales secos, como el de Nelumbo (flor de loto), que no he podido evitar comprar, así como un fruto con aspecto de coco pequeño y agrietado. En otra llamativa tienda cubierta de relucientes geodas pulidas y minerales brillantes, he conseguido un Ammonites procedente de Francia.
Tres caprichicos (ya ves con qué cosas uno es feliz): un fruto que aún no sé lo que es, un ammonites jurásico del siglo cuarenta y un fruto seco de flor de loto.
Ammonites del Jurásico superior (oxfordiense), procedente de Charente et Vienne (Francia).
Al pasear y fijarme en los escaparates, uno se da cuenta de la tradición pesquera de Whitby. Muchas tiendas de recuerdos tienen pequeñas figuras de gaviotas, frailecillos, barcos, faros, peces y marineros, y ristras de postales marinas colgaban a las entradas de algunos estancos. En el escaparate de una tienda de mariscos llamada Sandgate Seafoods, me ha sorprendido encontrar una de las cosas más raras que he visto en mi vida: un cráneo de dugongo (Dugong dugon), un sirénido, como los manatíes. Junto a él, cangrejos de los cocoteros (Birgus latro) disecados, mandíbulas de diversas especies de escualos y una sierra de pez sierra (Pristis sp.), bajo lo que parecían unos dientes de cachalote (Physeter macrocephalus). Como veis, hoy no he salido mal parado en lo que respecta a especímenes, ya sea en mi bolsillo o en la cámara.
Cráneo de dugongo (Dugong dugon). Uno de los "objetos" más raros, curiosos e inesperados que he visto desde que llegué a Inglaterra.
Diversas mandíbulas de tiburones [entre ellas de marrajo (Isurus oxyrincus) y de tiburón liso (Odontaspis ferox)], la sierra del pez sierra (Pristis sp.) y los dientes -creo- de cachalote (Physeter macrocephalus).
Cangrejo de los cocoteros (Birgus latro) disecado.
En conclusión, si alguna vez pasáis por Yorkshire, no dejéis de ir a Whitby, sobre todo si os gusta el mar o la literatura inglesa, ya que esta ciudad tiene mucho que ver con Dracula (1897), de Bram Stoker. No os defraudará...
Whitby
Otra vista de Whitby con sus característicos botes.
Qué chula la ruta por Whitby, yo estuve hace muchos años y lo recuerdo como una ciudad con muchísimo encando.
ResponderEliminarEl fruto desconocido que pones en la foto me recuerda mucho a la nuez moscada, aunque no parece cuadrar por el tamaño, que parece bastante más grande.
Que bonito passeio vocês fizeram!!! Agora eu vi que você conhecia o "ladrão-de-cocos"... beijo.
ResponderEliminarHola Jorge.
ResponderEliminarLa verdad es que las ciudades costeras (pero las antiguas) británicas tienen mucha magia, me alegro de que te gustara. Al final me han dicho lo que era el fruto: pertenece al árbol de los suicidios o pong-pong (Cerbera odollam), procede del Asia tropical. Resulta que es super venenoso.
Gracias por tu comentario, me alegro de verte por aquí.