jueves, 14 de agosto de 2025

La sófora (Styphnolobium japonicum) como planta nutricia urbana de la mariposa Lampides boeticus

Inflorescencia de sófora (Styphnolobium japonicum). Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, Albacete.

Desde las ventanas de mi casa, llevo toda la vida mirando las copas de las sóforas (Styphnolobium japonicum, antes Sophora japonica) que se plagan de flores en verano, y me fijo en ellas con detenimiento, en busca de los animales que las puedan poblar. Este árbol de origen chino es muy resistente a las duras condiciones de la ciudad, donde tienen que lidiar con pavimentos recalentados, contaminación atmosférica muy acusada, suelos duros y compactados y meados de perro y otros líquidos desagradables. En estos árboles he observado verderones, verdecillos, pardillos, gorriones, palomas domésticas, palomas torcaces y tórtolas turcas.

Hojas de sófora (Styphnolobium japonicum). Jardín Botánico de Castilla-La Mancha.

Desde hace unos años, me he fijado en unas pequeñas mariposillas que revolotean habitualmente alrededor de sus inflorescencias blancoamarillentas, sorteando gorriones, palomas torcaces y abejorros carpinteros. Tras unos minutos de observación, comprobé que se trataba del licénido Lampides boeticus, una de las especies de mariposa más comunes en Albacete, especialmente en parques y jardines. Siempre me ha llamado la atención su abundancia y la explicación sin duda debe de estar en la presencia común de este árbol asiático en la ciudad: se planta en jardines, parques, alineaciones de calles y todo tipo de parterres, siempre que tenga cierto espacio. A la mariposa no le importan las podas extremas que se le realizan a este árbol, que rebrota con fuerza al año siguiente a pesar de su aspecto raquítico, y llega a florecer y a fructificar. Lampides boeticus vuelve a aparecer cada temporada y completa su desarrollo sobre las flores de la sófora urbana en las calles de Albacete.

Sóforas en floración. Albacete.

Las orugas de Lampides boeticus son polífagas y se alimentan de las flores y estructuras blandas de diferentes fabáceas (leguminosas). Es común verlas revoloteando en torno a los espantalobos (Colutea) en nuestra zona, pero también se puede alimentar de otras especies arbustivas como Cytisus scoparius, Ulex parviflorus o Spartium junceum, y herbáceas de los géneros Lotus, Vicia, Medicago y Pisum, Hedysarum, Onobrychis... Aprovechan especialmente las especies reflorecientes durante todos los meses que comprenden la primavera hasta el otoño. Y nunca son plaga.

Lampides boeticus sobre otra planta nutricia clásica, el espantalobos (Colutea arborescens).
Jardín Botánico de Castilla-La Mancha.
Lampides boeticus libando néctar en una inflorescencia de lavandín. 
Me llama mucho la atención la capacidad de ciertos insectos autóctonos, especialmente orugas de lepidópteros, de incorporar a su dieta plantas que provienen de sitios lejanos y que plantamos en calles y jardines. Por ejemplo, hace unos años os mostraba una oruga de la esfinge Hippotion celerio que mi vecina se había encontrado en unas matas de Mirabilis jalapa, el conocido como don Pedro; también se sabe que se alimentan de cala (Zanthedeschia aethiopica). Son, sin duda, insectos altamente adaptables gastronómicamente hablando. 

2 comentarios:

  1. Adaptability is no doubt the key to survival for many species; generalists will always do better than specialists, especially as humans continue to interfere with the natural order of things. Un abrazo - David

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    1. I couldn't agree more with you, David. Such generalist species are so successful just because of that. I'm glad that we, clumsy humans, can at least support certain animals and help them thrive in our polluted towns and cities.

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