Como últimamente ha estado lloviendo bastante, los bichos de la humedad se han ido despertando en el patio de casa. Los moluscos terrestres son un grupo de invertebrados que depende muchísimo de la humedad ambiental, por lo que estos días de temperaturas más suaves (10ºC-26ºC) y de lluvias seguidas, son ideales para observar a estos animalillos. A mí personalmente me chifla observar moluscos.
Os voy a enseñar los que se ven por el patio de mi casa. Todos estas especies las he introducido yo en el patio, a modo de experimento, procedentes de la calle misma o de jardines del pueblo. Una vez observé varios Caracollina lenticula que no he vuelto a ver y que estaban debajo de una maceta. Esos vinieron solos, seguramente en una maceta de algún vivero. Debo recalcar aquí que estas son especies muy comunes por todos lados, que he introducido en un patio tapiado por todos lados, por lo que ni son especies raras ni protegidas, ni procedentes de otras zonas ajenas a mi pueblo. Al crear este pequeño jardín, donde no había ningún animal que no hubiera entrada volando o trepando muchos metros por encima del muro, me di cuenta de que los caracoles eran un grupo clave en un lugar así, por lo que decidí recolectar algunas de las especies más comunes.
Por supuesto, el primer caracol que debo mostrar es el más común de Europa, el caracol de jardín (Cornu aspersum). Es impresionante la capacidad de expansión de este animal, porque solamente introduje tres ejemplares y pocos años después ya es la especie más abundante. Por suerte, tengo otros bichos que los mantienen a raya.
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Cornu aspersum |
Otro caracolillo que introduje, procedente de un parquecillo a las afueras del pueblo, que también se ha expandido a toda velocidad, es el caracol azul o de concha de cristal (Oxychilus draparnaudi). Recuerdo que solamente introduje dos pequeños individuos y ahora, gracias en parte a la presencia de lombrices, babosas y otros animalillos de cuerpo blando de los que se alimentan y que no faltan en el patio, se han convertido en uno de los protagonistas del patio. Son beneficiosos, se alimentan de animales considerados dañinos para los jardines y cultivos, y además son capaces de comer restos putrefactos de otros animales. Esta especie es bastante más pequeña que la anterior, puede alcanzar el tamaño de una moneda de 10 céntimos.
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Oxychilus draparnaudi |
Hace muchos años, en una de esas trombas primaverales de abril, recuerdo darme un paseo por el pueblo de noche y volver a casa con un bote repleto de chonetas
(Eobania vermiculata) que cogí en un descampado de Chinchilla. Era impresionante la cantidad de chonetas que encontré. Esta especie es muy común junto a zonas habitadas, en suelos donde crecen plantas de entornos nitrificados. Yo las relaciono mucho con lugares donde van o llevan a los perros a hacer sus cosas, por lo que me imagino de qué podran alimentarse también. Desde aquella época, ya no es fácil encontrar tal cantidad como aquel año en el patio de casa. Su concha es muy variable, puede ser jaspeada de color beige o más oscura con rayas pardas.
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Eobania vermiculata |
Uno de los caracoles más grandes que puedo ver en el patio es un
Otala punctata que cogí en un descampado de La Felipa. En Chinchilla también está
Otala lactea. Ambas especies se conocen como 'boquinegros' en Albacete y son aprecidas para comer, aunque frecuentan ambientes parecidos a los de la choneta, con la que convive. A mí me daría un poco de reparo comérmelos precisamente por saber dónde viven. Las dos especies se distinguen por el color del peristoma, blanco en
O. punctata y negro en
O. lactea.
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Otala punctata |
Por último, acabo con una especie que vi justo ayer: la pequeñita
Ferussacia folliculum, que solamente había visto una vez en el Cerro de San Cristóbal, entre el musgo estrellado de los pinares. Esta vez, había decenas en un desagüe de mi calle, justo delante de a puerta de mi casa. Cogí dos para introducirlas en el patio y observarlas, sin saber si se expandirán de la misma forma que lo han hecho las otras especies.
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Ferussacia folliculum |
Como he dicho, algunas de estas especies tienen un crecimiento poblacional explosivo, y eso que ni siquiera he mencionado la babosa valenciana
(Ambigolimax valentianus) que, desde que solté dos que encontré en la calle, se han vuelto muy muy abundantes. Por suerte, estos animales tienen depredadores, por lo que otra especie que introduje es la caracola truncada
(Rumina decollata). Esta caracola, conocida en nuestra zona, se alimenta de otros caracoles, con lo que me viene bien para controlar de forma natural ese crecimiento poblacional.
Si os gusta la pequeña fauna de nuestros jardines, aprovechad estos días antes de que llegue el frío invernal para mirar debajo de piedras y hojas y encontraréis una diversidad que no os esperáis. No os olvidéis de dejar las piedras como estaban después de levantarlas.
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