Un día después de tomar las fotografías tan primaverales de mi patio, cayó una importante nevada en el pueblo, el 27 de marzo. A veces llegaba a ser aguanieve. Lo cierto es que amanecimos con los tejados blancos. A los estorninos que se agrupaban en nubes en torno a la torre de la iglesia de Santa María del Salvador no parecía importarles, ya que incluso se posaban en grupos en el punto más alto de la misma.
Bienvenida será la nieve.
ResponderEliminarSaludos.