Una de mis grandes pasiones es la jardinería: remover tierra, plantar cosas, verlas crecer y florecer. Llevo varios años cultivando diferentes especies de plantas, muchas autóctonas del Mediterráneo, casi siempre con el fin de atraer fauna al patio de casa, especialmente aves e insectos. Algunas especies significan mucho para mí por su simbolismo, el saúco del patio por mi apellido, los narcisos porque me recuerdan a una de mis películas favoritas (Big Fish), el espino albar porque me recuerda a los setos ingleses, el laurel... En esta afición entra también una pequeña colección de cactus.
Llevo varias semanas ocupado en otros menesteres de índole laboral y familiar, por lo que, en la naturaleza, solo me he dedicado a mi patio, sin salir prácticamente nada al campo. En parte por eso llevo también un mes sin subir entradas al blog, y eso que todavía tengo que terminar las del viaje a Costa Rica. Tengo pensado subir otra entrada específica sobre otro viaje que hicimos a Cantabria y Asturias, y pude observar fauna y flora de alta montaña y de bosque eurosiberiano. Así, últimamente me he enfocado bastante en las plantas que mimo y cultivo desde hace años, así como en las nuevas que han llegado estos meses.
Hoy quería compartir con la blogosfera la floración de una especie de cactácea que adquirí recientemente. Se trata de Echinocactus texensis, también conocida como Homalocephala texensis.
Echinocactus texensis = Homalocephala texensis |
Echinocactus texensis = Homalocephala texensis |
Hace unos días, preparando su floración. |