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martes, 25 de diciembre de 2012

Viaje al Norte (I): SEO congresua

    Entre los días 6 y 9 de diciembre, tuvo lugar en Vitoria-Gasteiz el XXI Congreso Español y V Ibérico de Ornitología. Era esta una oportunidad para conocer a más pajareros españoles y para vivir nuevas aventuras junto a mis amigos, así que llegamos con bastante entusiasmo a la euskocapital. Para llegar a Vitoria, primero atravesamos casi toda la Comunidad Valenciana de abajo a arriba, y luego las grandes estepas de Aragón. Yo nunca había estado en esta región y me sorprendió bastante. Pensaba  que las estepas manchegas eran de las más solitarias e inmensas de Iberia, pero obviamente estaba equivocado. Unas llanuras con suaves colinas y cubiertas de amarillentas hierbas se extendían hasta donde alcanzaba la vista. El terreno, monótono pero con el encanto de lo estepario, nos regaló en varias ocasiones las estampas de las enormes sabinas que brotaban de vez en cuando, y eran unas sabinas altas y salvajes, con troncos claros y agrietados por el paso de los siglos. De vez en cuando, en el horizonte se veía alguna que otra montaña cubierta de nieve y un ratonero se deslizaba al lado del coche, hacia las colinas lejanas. Me llamó también la atención, y esto fue una mala impresión, las cantidades ingentes de pinos reforestados que hay entre Valencia y Navarra. Normal que España arda. Pero esto es tema para otra entrada.
    Comenzaba a preguntarme cuándo narices empezarían los bosques atlánticos (olivares y encinares everywhere) y cuándo se acabaría el clima mediterráneo, cuando el paisaje cambió. Pero el ecotono es engañoso... Robles y hayas, castaños y abedules pueblan aquellas tierras de leyenda, y de vez en cuando, encinas crecían también. Y de repente, todo volvió (y digo volvió, porque veníamos de la Comunidad Valenciana) a estar en bilingüe. A partir de ahí, todo pasó de ser lo que era a ser euskoalgo.
    KONTUZ!  Las próximas entradas contienen entusiasmo extremo por la ornitología. Si quieres seguir cuerdo, te recomiendo que no sigas leyendo. Si ya eres un sectario, adelante.
   El congreso tendría lugar en el Palacio de Congresos Europa - Europa Biltzar Etxea y hacia allí nos dirigimos justo al llegar. El frío no era exagerado, aunque se empezaba a notar que el invierno está cerca. Por el camino, en un bancal oímos el silbido de un zorzal alirrojo (Turdus iliacus) que cantó en la nocturnidad vitoriana. Ni siquiera tras oírles silbar por la noche, en diferentes calles del centro de la ciudad, en varias ocasiones, me llegué a acostumbrar a esa forma de actuar por parte de un pájaro del que no sé mucho.
    Sin embargo, no hablaré mucho del Congreso en sí, sino de las "aventuras" que vivimos aparte.
    Conforme nos movíamos por el Norte, noticias de rarezas y observaciones dignas de ser buscadas en la zona cantábrica llegaban a nuestros oídos: colimbos, zampullines cuellirrojos, ánsares chicos, ampelis, estaban siendo vistos cerca, por no hablar del dormidero de pinzones reales de los Euskal Mendiak. La cosa se iba poniendo seria, como iré relatando en siguientes entradas...