¡Por fin! Hoc erat in votis. Hace unos meses, construimos en el patio una jardinera de obra, no muy grande, pero lo suficiente como para albergar arbustos, arbolitos y otras plantas que con sus flores y hojas servirán para atraer invertebrados y otros pequeños animales. Qué alegría encontrarme con himenópteros, dípteros, coleópteros, hemípteros, lepidópteros, arácnidos... dentro de mi propia casa, viviendo sus vidas, con sus típicos quehaceres, metamorfosis y costumbres. Ahora os voy a contar todo lo que he observado desde que volví a España, en el patio, con este nuevo aliciente: la jardinera.
Rhodanthidium sticticum. GG-SS |
Estas abejas solitarias ponen sus huevos en conchas de caracoles vacías, en celdillas que recubren con piedrecillas y rellenan con un pastel de pólen y néctar (Bosch et al., 1993). A mí me recuerdan a los Anthidium pero de color rojo en vez de amarillo. Preciosa, ¿verdad?
Rhodanthidium sticticum sobre una flor de jara blanca (Cistus albidus). |
Avispas papeleras (Polistes sp.) bebiendo agua. |
Reina de avispa alemana (Vespula germanica), observada el 30.06.2016. No parecía encontrarse en buenas condiciones. |
Las abejas también son atraídas por la floración estival de la lavanda. Aunque no pude fotografiarla, me sorprendió ver una abeja de la miel (Apis mellifera), libando en la flor de la adelfa... Me pregunto si el polen de esa planta será también venenoso y si iría a parar a una colmena doméstica. No es esta la especie más común en el patio.
Anthidium sp. |
Abeja del género Anthophora, creo. Muy común en el patio. |
Abeja carpintera (Xylocopa violacea) libando flores de Trachelospermum jasminoides. |
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*Esta frase, tal era mi deseo, es un guiño a Jean-Henri Fabre (1823-1915): en uno de sus libros, comienza hablando de su nuevo harmas, un terruño con una casita en la Provenza, donde puede, por fin, dedicarse a la observación de los himenópteros en su ambiente, sin perder el tiempo viajando al campo a verlos, porque, con ese nuevo hogar, consigue vivir directamente en el campo. Fabre, a su vez, recuerda al poeta romano Horacio (65 aC-8 aC), que titula así uno de sus poemas. Ese primer capítulo se llama como esta entrada. Aquí va mi minúsculo homenaje a ese gran entomólogo cada vez menos conocido.
Más información:
-Bosch, J., Vicens, N. y Blas, M. (1993) Análisis de los nidos de algunos Megachilidae nidificantes en cavidades preestablecidas (Hymenoptera, Apoidea). Orsis, 8, pp. 53-63.
A mí también me gusta practicar este tipo de observaciones. Las avispas papeleras hicieron su panal cerca de casa hace un par de años y, las alfareras, prefirieron los huecos en los que encajan mis ventanas... A la Rhodanthidium sticticum, no he tenido el gusto de verla, aunque para eso tengo la suerte de pasearme por aquí. Gracias por compartir.
ResponderEliminarHola Guillermo, que bueno lo del jardín. Las imágenes de las avispas son formidables.
ResponderEliminarMis saludos para ti desde Uruguay.