miércoles, 22 de julio de 2020

Explorando Cofrentes y Cortes de Pallás

El pasado domingo (19 de julio de 2020), decidimos ir a explorar la parte de la provincia de Valencia que linda con la de Albacete. Desde mi pueblo, apenas se tarda unos 50 min hasta llegar a Ayora y poco más si se quiere seguir hasta Cortes de Pallás, un pueblo enclavado en un lugar único, junto al Júcar.
    Tomamos rumbo a Cofrentes a media mañana y paramos a almorzar junto al ancho río Cabriel. Allí pudimos disfrutar de las vistas, a 37 C, bajo un pinar que parecía calentar más el ambiente. Tras comer, nos acercamos más a la orilla del río, a ver qué insectos y plantas podíamos ver. Y no nos decepcionó la cosa. El río hacía un recodo hacia nosotros y protegida por una mancha de carrizo, formaba una pequeña playa en la que crecían juncos y Lythrum salicaria, que se encuentra estos días en flor.
El recodo del Cabriel al que nos acercamos.

Sympetrum fonscolombii en posición del obelisco.

Ruspolia nitidula, un ortóptero difícil de observar.

    Volviendo al coche, me sorprendió observar un minador en el foliolo de un lentisco y no pude evitar detenerme. Pero de repente, algo nos distrajo: en torno a nuestros pies, detectamos la presencia de un grupo disperso de libélulas pequeñas que volaban raudas conforme caminábamos, como si nos persiguieran. De vez en cuando, se posaban en el suelo, pero costaba mucho detectarlas por la coloración de camuflaje que presentaban. Así fue nuestro primer encuentro con una libélula norteafricana que se ha expandido por el suroeste de Europa lentamente, donde fue detectada en los años 60 por primera vez. Se trata de Brachythemis impartita, una libélula con un curioso comportamiento: tiende a seguir tanto a animales grandes como a humanos, seguramente en busca de pequeños insectos que se alejen de los pasos de un gigante. 
Un vez se posaban, costaba mucho detectarlas de nuevo, como podéis ver en la imagen.
A ver quién tiene buena vista y la encuentra. Brachythemis impartita.

Con flash, la foto salía mejor. Este es un macho.
Obsérvense las características bandas alares. Brachythemis impartita.

Hojas de lentisco (Pistacia lentiscus) minadas seguramente por Acalyptris minimella,
una polilla minadora.
    Llegando a Cortes de Pallás, nos detuvimos en una pequeña playa del río para ver las vistas, ya que tuvimos que dar la vuelta porque la carretera se había hundido. Allí, aparte de algunas personas bañándose, una Trithemis annulata y más calor, no vimos mucho más.
En este entorno, la adelfa (Nerium oleander), es un arbusto que crece de forma espontánea.
    Una vez en Cortes de Pallás, nos dimos un pequeño paseo y nos maravillamos con las espectaculares vistas del embalse. En un mirador, pudimos detenernos a observar flora y fauna.
Cortes de Pallás

Embalse de Cortes.

Detalle de las hojas y frutos del fresno del maná (Fraxinus ornus).

Flores de Eupatorium cannabinum.
Flores de adelfa (Nerium oleander).

En Albacete, he oído para esta planta el nombre de "alfilericos",
pero el que no falla es el de Trachelium caeruleum. Crece en paredes rezumantes.

Culantrillo (Adiantum capillus-veneris).

En esta comarca, son comunes los almeces (Celtis australis).
Crecen en paredes y junto a terrazas de cultivos.

Sierra Martés, desde Cortes de Pallás.
    Al finalizar la tarde, decidimos volver a casa. Sin duda, esta comarca resulta muy interesante no solo desde el punto de vista de la flora y la fauna que la pueblan, sino también por sus paisajes, en algunos casos francamente espectaculares.

1 comentario:

  1. Como siempre, expléndido relato de un viaje repleto de descubrimientos.
    Magnífico.

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Trato de responder a todos vuestros mensajes, aunque sea solamente para dar las gracias.