Ayer, a pesar del viento y las nubes que amenazaban lluvia, fuimos a unas laderas de la Sierra de Chinchilla cerca de Casa Cano que tenía ganas de visitar. Igual no es la mejor época, pues seguramente habría encontrado alguna planta en flor o algún insecto interesante que no he detectado por la zona de haber ido en primavera o verano, pero tenía vistos unos arbustos desde la lejanía que me llamaban la atención y tenía ganas de escudriñarlos (al final, resultaron ser sabinas y coscojas). El paisaje consistía en unos páramos de esparto que se elevaban y luego descendían abruptamente a la llanura, dejando ver sus estratos inclinados, como líneas rectas y grisáceas inclinadas de dura piedra. Abajo, junto a los campos de labor, una casa en ruinas ponía fin a la vegetación nitrófila de salsolas y daba paso a un pequeño bancal de olivos. En la cima de todo, algunos árboles y arbustos más oscuros, sabinas, encinas y coscojas, destacaban entre el amarillo pálido de los espartos invernales y el gris de los raquíticos tomillos. El viento soplaba con fuerza y se metía en los oídos, enfriando oreja y cabeza a su paso. Una vez que levanté la mirada, vimos un águila real (Aquila chrysaetos) que planeaba como podía luchando contra la ventisca, cuando, de repente, una fuerte ráfaga la llevó con fuerza a otra zona alejada mientras profería chillidos de queja.
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Águila real (Aquila chrysaetos) |
Descendiendo hacia la casa abandonada, siempre luchando por movernos contra el viento, encontramos una agalla en un
Bupleurum fruticescens que parecía un apelotonamiento de hojas a mitad del tallo. He estado buscando qué podría haber causado esta deformidad, pero no he encontrado nada que me convenza. Si alguien sabe de qué podría tratarse, puede dejar un comentario en esta entrada.
En el pinar, de vuelta a casa, se veían ya las rosetas de las orquídeas. Del género Ophrys, estas plantas resultan algo comunes en la zona, aunque unas especies más que otras.
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Roseta basal de Ophrys preparada para florecer en unos pocos meses. |
A pesar del vendaval, lo cierto es que las aves estaban muy activas, todas en busca de alimento y agua. Grandes bandos mixtos de fringílidos pasaban a los lados del coche, invadiendo como nubes los olivares y campos de almendros. Jilgueros, verderones, pinzones y pardillos acompañados de estorninos y alguna urraca. De pronto, a lo lejos, en una valla, vislumbramos la forma inconfundible de una pequeña rapaz, seguramente un cernícalo. Se trataba de una hembra de cernícalo vulgar (Falco tinnunculus). Nos acercamos a ella con el coche, lentamente, intentando no asustarla, y pude conseguir unas buenas fotografías, que permiten apreciar el aspecto de esta pequeña rapaz, aliada de los agricultores para mantener a raya a los roedores del campo.
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Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) |
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Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) |
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Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus). Se aprecia la cera que rodea el pico y el ojo, donde se conoce como anillo orbital. En la narina (agujero de la "nariz"), se aprecia el cono que permite que el aire entre cuando el halconcito vuela a una velocidad vertiginosa, rompiendo el flujo del aire y facilitando la respiración. |
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Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) |
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Después de aguantarnos un poco, voló hacia un pistachero, desde donde siguió mirándonos con curiosidad. Foto a través de la valla. |
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Aquí se aprecia mejor el pecho moteado. Después, el ave bajó al suelo y caminó varios metros, hasta que volvió a elevarse en el cielo, perdiéndose en el horizonte. Foto a través de la valla. |
Después, paramos un momento en un pequeño olivar con algunos almendros, donde se agrupaban pequeños pajarillos que en seguida se acostumbraron a nuestra presencia. En total, detecté las siguientes especies: carbonero común (Parus major), mirlo común (Turdus merula), curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), pardillo común (Carduelis cannabina), pinzón vulgar (Fringilla coelebs), colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), lavandera blanca (Motacilla alba), verderón (Chloris chloris), jilguero (Carduelis carduelis) y estornino (Sturnus). Además, algunos conejos (Oryctolagus cuniculus) se paseaban ramoneando hojillas verdes. Prácticamente todas las aves aprovechaban las aceitunas caídas en el suelo. Y todo esto, a pesar del viento.
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Carbonero común (Parus major) |
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Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) |
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Conejo (Oryctolagus cuniculus) |
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Lavandera blanca (Motacilla alba) |
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Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), ejemplar macho. |
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Colirrojo tizón (Ph. ochruros), hembra. |