miércoles, 28 de noviembre de 2012

A tots ens agrada fer bimbos [Viatge a L'Albufera amb la SAO]

    El otro día (IX/XI/MMXII), en Reservoir Birds, se publicaba la observación de una cerceta aliazul (Anas discors) en el Parc Natural de l'Albufera de València. Yo no soy bimbero, es decir... no soy un entusiasta de ir persiguiendo pájaros que nunca he visto para engrosar mi lista de aves observadas (claro que, si aparece una rareza cerca de donde yo estoy...) y reconozco que con ver pajarillos normales me entusiasmo igual. Reconozco también que, cuando el pasado sábado algunos miembros de la SAO fuimos a La Albufera, no tenía previsto ver la cerceta, no sé qué pensarían los demás. De hecho, al subir al observatorio a contemplar la Mata del Fang, plagada, literalmente, de ánades frisos, rabudos, azulones, patos cuchara, porrones, algunas cercetas y  patos colorados, que desde lejos eran simplemente decenas y decenas de puntos negros flotando en el agua plateada, no pude evitar pensar que aquello sería como buscar una aguja en un pajar...
    Pero hete aquí que alguno de nosotros (creo que fue David Cañizares) clama victoria. Entre los cucharas había un pato diferente. De silueta "cucharoide" -pensé- pero con una gran mancha blanca entre el pico y el ojo, y otra mancha clara (cucharoide también) en la parte posterior del flanco. La cerceta o barraquete aliazul, el pato medialuna, nadaba tranquilamente rodeado de anátidas europeas, destacando sólo por la mancha facial en forma de medialuna blanca. Un macho.
Mapa de distribución de Anas discors: en amarillo: distribución
durante la época reproductiva. En azul, zona de invernada.
(Según del Hoyo et al. 1991-1999)
La cerceta aliazul es una anátida endémica de América. A pesar de esto, aparece accidentalmente en invierno en la Península Ibérica, pero sí, es rareza ocasional. Pasa el invierno en zonas empantanadas de agua salada y en manglares. Prefieren aguas tranquilas. En América del Norte, donde se reproduce, habita lagos y lagunas de agua dulce poco profundas. Esto nos hace ver que el pato medialuna es prácticamente el ánade americano más migrador, de hecho, en ocasiones se les ve invernando en Brasil o Chile. Algunas llegan hasta las Islas Galápagos.
    Desde los años cincuenta, ha habido un notable aumento de sus poblaciones, debido a la mejor conservación de sus áreas de cría, lo que ha propiciado que la media poblacional llegue hasta los seis millones de individuos en los últimos diez años (US Fish & Wildlife Service, 2009). Aunque el índice de mortandad de la cerceta aliazul es uno de los mayores entre las anátidas americanas, debido a la caza (sí, se cazan) y a lo extenso de sus migraciones... Tengamos en cuenta que muchas atraviesan más de la mitad del continente americano, desde Alaska hasta Colombia, por poner algún ejemplo. ¡Cómo no va a alegrarse uno con semejante bimbo! Aunque estas cosas se pasan rápido, por desgracia. El ejemplar que vimos ha seguido siendo observando días después (XXIV-XI).
Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo)
   L'Albufera nos recibió somnolienta, nublada, cayó una lluvia matinal como un regalillo del cielo, pero no fue preocupante, para nada lo que yo me imaginaba que caería. Los campos de arroz recibieron a la SAO plagados de garzas reales, garcetas comunes y grandes, y cormoranes. 
    Desde la barca, dirigida con destreza por Boro, mientras escuchábamos su sabiduría sobre La Albufera y el cultivo del arroz, pudimos observar zampullines, cormoranes y garzas. De vez en cuando, entre la vegetación aparecía una garza real (Ardea cinerea) con mirada expectante, que se deslizaba justo cuando llegábamos por encima del agua como un fantasma de las cañas. Las plantas que hay por allí, básicamente, son carrizos, cañas, espadañas y lirios amarillos.
Esta garza real revoloteó en la alta cañada justo cuando pasaba la barca y cayó al agua. Debió de pensar que todo
estaba perdido en aquella situación, porque el animal no se movió, se quedó flotando en el agua como se ve en la foto.
    Al salir del pasillo de cañas, el pequeño mar se abrió ante nosotros. La inmensidad de una laguna interna, el espejo del sol, reposaba tranquila, sobrevolada por alguna solitaria gaviota de Audouin.
Paradise
    I arriba el moment d'un altre bimbo! Per fi, al Tancat de la Pipa, vaig veure una polla blava (Porphyrio porphyrio)! ¡Qué ganas tenía de ver un calamón! Nunca había visto uno, si bien esta primavera pasada fui con Guille precisamente a buscar alguno en el río Algar, no tuvimos suerte, por lo que este momento fue para mí bastante emocionante. Creo que fue también David el que descubrió el primer calamón, en una orilla, junto a algún cormorán y azulones. Al rato vimos otro, y otro más, y otro, y hasta Rafa vio uno volando, cosa que, dice, le sorprendió. 
Calamón. Foto hecha con mi móvil, en uno de mis
conocidos intentos de digiscoping.
    En el entorno de la albufera se han realizado diversas actividades para la mejora de la calidad del agua, a través de los llamados "filtros verdes", utilizando plantas propias de la zona (Enea sp., Iris pseudacorus, Phragmites australis...). Cada año, en la gestión de las zonas repobladas, se hacían podas al raso, para que al año siguiente el ciclo continuase. Los calamones, muy aficionados a comer brotes de enea, no desaprovechaban la ocasión de zampárselos, con lo cual, nos contaron por allí, la población de calamones aumentó pero la de enea no podía remontar. Se solucionó cambiando la enea por el lirio, y a los calamones se les fue el entusiasmo...
    I ara, l'altre bimbo... En los carrizales, cantaban buitrones y pinzones, y pájaros moscones (Remiz pendulinus), que nunca había visto (podéis reñirme). No estuvo mal para terminar la jornada. Un grupo de siete moritos (o picaports, que és com es diu en valencià, i aquesta és una nova paraula que he aprengut) sobrevoló el Tancat. Cormoranes, garzas y anátidas revoloteaban por allí.
    De vuelta al puerto de Catarroja, acompañados por el perro barquero de Boro el Barquero, el gos barquer, que es el nombre que decidí ponerle al animalillo, el sol ya bostezaba y los campos de arroz, cuajados de cazadores (sin comentarios, que os conozco), se adormecían bajo una bruma otoñal mediterránea. 

¡Ah! Y cumplo 100 entradas con ésta. Quién lo diría, no pensé que viviría para ver este blog con 100 entradas... Obviamente es gracias a vosotros. ¡GRACIAS!

*Más info en:
*El Nido de Rafa: "Cerceta aliazul en la Albufera de Valencia"
*Birding Albufera
*Tancat de la Pipa

5 comentarios:

  1. Quina meravella d'entrada!!!
    Fa molt de temps vaig estar a l'Albufera...., i compren com et sents... Quin relat més bonic, emocionant, com m'alegre que vages veure espècies per primera volta, amb els teus ulls...
    M'agrada veure't emocionat.
    Un bes.

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    1. Transi! Moltes gràcies pel teu comentari. Hi haurà algun día que anirem els dos junts al camp, a vore ocells i altres animals eh? :D Que el Mediterrani és nostre!
      Besets.

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  2. Anónimo28/11/12

    Mucho bimbaste pequeño saltamontes!

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  3. Para ser tu entrada número cien, no está nada mal. Nos has obsequiado con un magnífico dibujo de esa Cerceta, rara en la Península Ibérica y que nos has descrito magníficamente. Siempre se siente algo especial cuando descubrimos alguna especie no observada aún. Como se suele decir, " cuando menos se espera, salta la liebre ". Felicidades por tu centenario; que sigas por mucho tiempo deleitándonos con tus entradas.
    saludos

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    1. Hola Pini. Muchas gracias por pasar. Hay fotos de la cerceta en el blog de Rafa Torralba, pero estaba tan lejos que únicamente sirven para corroborar que la vimos. Preferirí dibujarla para que la gente que lee mi blog la viera claramente.
      Un saludo!

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Trato de responder a todos vuestros mensajes, aunque sea solamente para dar las gracias.