domingo, 24 de septiembre de 2023

Buscando Brachycrotaphus tryxalicerus y Acrida ungarica no muy lejos de casa

Hace unos días, mi amigo Miguel Domenech nos dijo a Alonso Ródenas y a mí que había visto unos saltamontes interesantes a menos de una hora de casa, así que el domingo 17, nos encaminamos a esta zona, ya en la provincia de Alicante, desafiando varios frentes de lluvia que obligaron a Miguel y a Alonso a permanecer en el coche un rato bajo una tormenta de granizo cuando venían a recogerme. Unos 45 minutos después, sin lluvia, llegamos a un descampado cubierto de vegetación nitrófila compuesta principalmente por la gramínea Hiparrenia hirta y algunas otras especies de flora típicas de bordes de caminos como Salsola vermiculata, Zygophyllum fabago... Se notaba que la tierra había sido revuelta hacía un tiempo, al lado de una escombrera abandonada, junto a unas vías de tren. Miguel nos había dicho que el lugar estaba lleno de insectos y lo cierto es que le dimos la razón en cuanto caminamos un poco. Es curioso, pero a veces resulta bastante fácil encontrar una gran abundancia de insectos en ambientes muy alterados, aunque sorprenda. Creo que esta abundancia debe de estar relacionada con la diversidad de vegetación nitrófila y ruderal que aparece, pues muchas de estas especies que se suelen ver son generalistas y poco exigentes en cuanto a hábitat. 

En seguida hicieron acto de presencia algunos escarabajos de la nariz sangrante (Timarcha spagnoli) en actitud reproductiva y varias especies de saltamontes, entre ellos, los Brachycrotaphus y Acrida que queríamos ver y fotografiar.

Brachyctrotaphus tryxalicerus

El saltamontes de género impronunciable Brachycrotaphus tryxalicerus es una especie afrotropical y mediterránea. Según veo en GBIF, la mayoría de citas son de España, en provincias cercanas al mar, seguidas de Burkina Faso y otros países subsaharianos. También se ha detectado en Egipto e Italia. Por la distribución de este insecto, me parece que es probable que esté en más países aunque no se haya detectado, principalmente en el entorno mediterráneo y en territorios que bordean el Sahara. Yo no lo conocía hasta que Miguel nos habló de él. Está muy ligado a herbazales de Hiparrenia hirta. Conforme caminábamos, saltaban y caían sobre los tallos de la gramínea, y se giraban hacia el otro lado para esconderse.

Acrida ungarica

También había por allí otras especies termófilas como el saltamontes llorón (Eyprepocnemis plorans) y el saltamontes palo (Acrida ungarica). Es muy fácil confundir esta última especie con Truxalis nasuta, pero los ejemplares que vimos no dejaban lugar a dudas, así como la época del año. Hasta ahora, todos los saltamontes palo que he encontrado en mi zona son Truxalis nasuta. Resulta curioso, porque la especie de saltamontes palo que siempre aparece en las guias de campo de insectos europeos es Acrida ungarica. Por eso, la gente que se inicia en la entomología suele identificar todos los Truxalis que ven como Acrida, aunque habitualmente no es así. Había ejemplares alados bastante grandes de colores diversos, amarillentos, marrones, verdes...

Acrida ungarica
Eyprepocnemis plorans

El camino nos llevó a una especie de balsa vallada, repleta de eneas, donde un ánade real (Anas platyrhynchos) nos asustó al salir volando repentinamente. Sobre el agua verde volaban raudas algunas libélulas rojas (Crocothemis erythraea, Sympetrum...) y una emperador (Anax imperator). También vimos algunas mariposillas.

Esfinge de la lechetrezna (Hyles euphorbiae)

Blanquiverdosa (Pontia daplidice)

También encontramos varios ejemplares de las dos argiopes más comunes, en sus telas. Sin duda, la gran abundancia de saltamontes les nutre bien.

Argiope bruennichi
Argiope lobata

En la zona abundaban los pepinillos del diablo (Ecballium elaterium) con sus característicos frutos explosivos que lanzan sus semillas disparadas al menor movimiento. Y con ellos, la característica mariquita de los melones (Henosepilachna).

Flores de pepinillo del diablo (Ecballium elaterium) y una Henosepilachna.

Volviendo al coche, pudimos ver más saltamontes. Uno de ellos, incluso, aterrizó de un salto en la pernera del pantalón de Miguel. Se nota que es el hombre que susurraba a los ortópteros y los atrae.

Oedaleus decorus sobre el pantalón de Miguel.

Hembra de Calliptamus.

Volvimos a casa cuando oscurecía, con dos nuevas especies de saltamontes en nuestra lista de observaciones entomológicas. Pero los días ya se acortan y la temperatura en general está bajando, si bien todavía nos queda el mes de octubre para seguir viendo insectos interesantes, antes de que llegue de verdad el frío...