miércoles, 13 de junio de 2018

A los pies de la sierra de Guadarrama

    2.6.2018. Bajo la falda norte de la Sierra de Guadarrama, junto al Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, serpentea el río Eresma, también llamado río Valsaín. En sus orillas, junto a la primera línea de sauces y otras plantas amantes de la humedad, crecen los robledales de melojos (Quercus pyrenaica) y, más arriba, los pinares albares (Pinus sylvestris). Entre los robles, crecen las jaras de hojas de laurel (Cistus laurifolius) que a estas altitudes, todavía no han llegado a florecer.
El macizo de Peñalara, todavía con algo de nieve.
Explorar el entorno botánico del Eresma es un goce para los sentidos.
    Un pequeño paseo por esta parte de la Península revela plantas y animales la mar de interesantes. Estas son algunas especies botánicas que pueden observarse en la zona, todo en el ambiente de los melojares:
Jara de hoja de laurel (Cistus laurifolius).
Hierba turmera (Tuberaria guttata).
Asperilla (Hispidella hispanica).
    Estas tres especies (dos cistáceas y una asterácea) tienen algo en común y es que no son amantes de la cal, por eso crecen aquí, en terrenos graníticos y algo húmedos. 
    Por otro lado, en el interior del melojar, que para ser un bosque de árboles muy juntos tiene bastante luminosidad, encontramos las flores del gamón o asfódelo (Asphodelus albus subsp. carpetanus). Las abejas, igual que en los espartales de mi zona liban las flores del A. cerasiferus, se comportan de la misma manera aquí, pero con esta otra especie de gamón.
Asphodelus albus subsp. carpetanus con una abeja de la miel.
    Además, podemos encontrar en esta época del año las agallas en formación de la avispilla Andricus quercustozae tan conocidas por su llamativo tamaño y que ya han aparecido en varias ocasiones en este blog, así como otros insectos.
Agalla en formación de Andricus quercustozae.
Chrysotoxum cf elegans (familia Syrphidae).
    Aunque no solamente encontramos flora e insectos, también es posible observar reptiles y anfibios.
Lagarto ocelado (Timon lepidus).
Lagarto ocelado (Timon lepidus).
Lagarto ocelado (Timon lepidus).
Sapo corredor (Epidalea calamita).

viernes, 8 de junio de 2018

Invertebrados, flores y aves en la Sierra de Chinchilla

    El pasado martes día 5 de junio, JuanJo Lucas y yo nos dirigimos a bichear a la Sierra de Chinchilla por la mañana, para ver qué encontrábamos. Primero, hicimos una parada en la pequeña población de bolinas (Genista umbellata) que crecen en unas laderas cercanas al pueblo. Queríamos comprobar si estaban en floración y así era.
Esta población de Genista umbellata es la más septentrional de España.
Genista umbellata
    Después continuamos hasta la Sierra propiamente dicha. El sol no terminaba de salir y nos encontrábamos a unos 14 C. Avanzamos por los caminos y sendas prestando atención a nuestro alrededor. Junio ha empezado fresco y húmedo, así que el campo está maravilloso, lleno de flores y muy verde. Cantaban los pinzones vulgares, como siempre. En los espartales se veían manchitas fucsia que conforman las flores del gladiolo silvestre (Gladiolus illyricus) y el cardo granatense (Carduus platypus subsp. granatense). También florecen ya la candilera (Phlomis lychnitis), las crupinas (Crupina sp.), la hierba de la tos (Andryala ragusina) y los falsos pinillos (Teucrium pseudochamaepitys).
Blanquiverdosa (Pontia daplidice), piérido muy común en la zona.
Carraspique (Iberis pectinata).

Floración de lino blanco, lino azul, romero, globularias, cañarejas...
    El paseo alcanzó su momento álgido con la observación de un saltícido de buen tamaño que aún estoy intentando identificar.
Saltícido sin identificar.
    Acudimos a una pequeña población secreta de la orquídea Ophrys scolopax, pero este año solamente ha florecido una. No entiendo por qué, porque el año pasado había bastantes. Misterios de la naturaleza.
Ophrys scolopax
Mosca salteadora (Asilidae).
Escarabajo (Oedemera).
    Cuando decidimos volver al coche, pues empezó a nublarse mucho y a bajar la temperatura, nos topamos con un macho de mantis Ameles assoi/picteti y un par de mariposas (Adscita o Jordanita) en pleno acto. El paseo culminó con la observación de un par de piquituertos comunes (Loxia curvirostra) que se estaban poniendo finos con los piñones del pino carrasco. Fue una buena mañana que podría haber sido aún mejor si hubiera hecho algo de más calor. Pero tampoco voy a quejarme de lo que vimos... Este sitio siempre sorprende.
Piquituerto común (Loxia curvirostra).
El primer individuo de pandora (Argynnis pandora) que observo este año.
Mantis Ameles picteti/assoi. 
Araña del género Cyclosa.
Abejaruco (Merops apiaster).

martes, 5 de junio de 2018

Las cigüeñas blancas de Segovia

    Con su forma de gran barca amurallada, con un castillo en la proa, se sostiene Segovia en La Meseta. Permanentemente observada por Peñalara, Segovia resiste el paso del tiempo y siempre se renueva.
Segovia, 1.6.2018.
    En la punta de los grandes abetos que crecen en los jardines del alcázar, anidan las cigüeñas blancas (Ciconia ciconia). A principios de junio, ya están los cigoñinos grandotes, dentro de poco volarán.
Cigüeña blanca (Ciconia ciconia), ejemplar adulto. 1.6.2018.
Cigüeña progenitora con sus cigoñinos. 1.6.18.
    Desde la torre de Juan II, tomamos una posición privilegiada para contemplar estas zancudas. Pero lo cierto es que es posible observarlas surcando los cielos de toda la ciudad, rodeadas de chovas piquirrojas (Pyrrhocorax pyrrhocorax), vencejos (Apus), grajillas (Corvus monedula), gorriones... Y próximamente habrá nuevos ejemplares de cigüeña blanca acompañando, también, las nubes segovianas.
En el nido. 1.6.2018.
Una nueva generación. 1.6.2018.

Microcosmos toledano

    Cae la tarde en la campiña castellana, a principios de junio. Los encinares de Méntrida han florecido hace pocas semanas, pero las abundantes lluvias primaverales han echado a perder muchas de sus flores, que permanecen resecas sobre las hojitas de estos árboles.
Las ramas de las encinas de la dehesa de Berciana adoptan curiosas formas. 3.6.18.
    Sin embargo, muchas otras flores han conseguido aguantar bajo las lluvias intensas y comienzan la producción de sus frutos. La aulaga (Genista hirsuta) es una especie nueva para mí. La vemos crecer y florecer, de forma compacta, entre los cantuesos (Lavandula pedunculata) y las jaras. De lejos adivinamos su espinosísima presencia gracias a su brillante floración amarilla.
Aulagas (Genista hirsuta) con floración avanzada. 3.6.18.
    Otras plantas que también florecen ahora son las campanillas (Campanula rapunculus). En bordes de caminos y zonas más frescas de los encinares, altas, intentando superar a los cardos, sus flores lilas atraen no solamente insectos de diversas especies sino también las miradas de los naturalistas curiosos.
Campanula rapunculus. 3.6.18.
    Como hablamos de vegetación que crece sobre terrenos silíceos, una aromática que no pasamos de largo en estos encinares es Thymus mastichina, labiada conocida, por el sureste de la región, como mejorana de monte: el tomillo más alto y peludo de nuestros campos, utilizado de forma popular para inducir al sueño y como digestivo. Lo cierto es que su aroma me trae siempre buenos recuerdos, aparte de parecerme la mar de agradable.
Mejorana de monte (Thymus mastichina). 3.6.18.
    La floración primaveral atrae, por suerte, decenas de animales, sobre todo, insectos. Las grandes inflorescencias de la Thapsia villosa atraen chinches y coleópteros de pequeño tamaño, así como dípteros y hasta una enorme Megascolia maculata.
Mosca zángano (Eristalis sp.) (familia Syrphidae). 3.6.2018.
Hadrodemus noualhieri (familia Miridae). 3.6.2018.
Calocoris roseomaculatus (familia Miridae). 3.6.2018.
Anisorhynchus sp. (familia Curculionidae). 3.6.2018.
Insecto palo sin ID. Orden Phasmida.
Oruga de macaón (Papilio machaon) mostrando sus "cuernecillos defensivos",
un órgano extensible que encontramos en larvas de papiliónidos
denominado osmeterio (osmeterium).
    Las hormigas Camponotus cruentatus, tan características de los montes mediterráneos, corretean de aquí para allá en los suelos arenosos, algunas llevando en sus mandíbulas ejemplares muertos de otras especies de formícidos. 
    En el cielo, el busardo ratonero (Buteo buteo) recorre su territorio en busca de alguna presa que llevar al nido, mientras que en la sombra del encinar, se pasean picogordos (Coccothraustes coccothraustes) y pinzones vulgares (Fringilla coelebs).
    La primavera llegó, al fin, aunque más lentamente que de costumbre (lo cual no significa que sea malo: todo lo contrario, más dura la floración de muchas plantas y por ende más insectos  y otros animales para todos).
Anochece en Méntrida.