martes, 25 de enero de 2011

Muere la culebra bastarda

Queridos todos: la culebra bastarda, víctima de la especulación que asola nuestro humilde país, ha muerto hoy. Tiesa en su cajoncillo, se ha quedado con los ojos fijos, sin vida, pero aún brillantes y esperando venganza: porque nuestro campo no puede soportar el ABUSO que está recibiendo por parte de los políticos que dicen gobernarnos (y con esto me refiero a todos ellos). Esto no puede seguir así. La culebra bastarda es una de las víctimas de la desolación actual de la Rambla del Cañaveral: si no hubiese sido destruida, si la tierra no hubiese sido batida como un huevo y después aplanada como una torta de gazpachos, la culebra no habría ido a parar a la tinaja, con lo cual, no me habrían llamado a mí para recogerla y, finalmente, no habría muerto. No dejéis que cosas como esta sucedan más. Puede que una serpiente no sea de las criaturas más agradables que puedan desaparecer en el campo, pero ¿qué me decís de las bandadas de jilgueros, pardillos, trigueros, verderones y demás pájaros que alegran nuestros mediodías de abril? ¿Y de las coloridas mariposas que visitan nuestros patios del pueblo en verano?
Espero que no os quedéis quietos: ACTUAD y hacedlo por las víctimas que no tienen voz para defenderse.

El Pleno consiguió desbloquear las obras de la Rambla del Cañaveral


Chinchilla de Montearagón.
Fuente: La Tribuna de Albacete. 15-1-2011
E. F.
Tras una intensa sesión, el acuerdo para cambiar el agente urbanizador del proyecto se aprobó con los votos a favor del PSOE e IU y la abstención del PP y la concejal no adscrita

El Ayuntamiento de Chinchilla de Montearagón aprobó ayer (14 de enero), en un Pleno extraordinario, el cambio de agente urbanizador en el área de reparto número cinco de su Plan de Ordenación.
Esta medida significa que cerca de 150 familias, en su mayor parte del propio pueblo, podrán respirar tranquilas, porque se desbloquea la urbanización de la llamada Rambla del Cañaveral.
El proyecto estaba bloqueado desde diciembre de 2009, por orden del Consejo de Ministros. El motivo, la ocupación de parte de un barranco incluido en una zona de dominio público hidráulico.
Tras el Pleno de ayer, la firma AUNO se retira y será Eiffage quien acabe las obras. La medida salió adelante con el ‘sí’ de PSOE e IU y la abstención del PP y de la concejal no adscrita, Llanos López.


La sesión plenaria fue corta, de algo menos de una hora, pero especialmente intensa. En el fragor del debate, el alcalde, Daniel Ballesteros, llegó a amenazar con la expulsión al popular Juan Picazo.
El otro momento difícil del pleno fue cuando la edil no adscrita pidió al secretario que contestase, con un simple «sí o no» si ciertos aspectos del acuerdo eran conformes, o no, a la Lotau.
El pleno comenzó sobre la una y media del mediodía. Desde el primer momento, ya hubo roces entre Ballesteros y Picazo. El primero, referido al acta del pleno de 7 de julio de 2010.
El motivo de esta primera escaramuza fue si Ballesteros había dicho, o no, ciertas expresiones que constaban en el acta del pleno. Tras el primer amago de discusión, el alcalde entró en materia.
Ballesteros expuso que el cambio de agente urbanizador se hacía bajo ciertas condiciones, como la restauración de la Calle Virgen de las Nieves y ciertas garantías por parte de las empresas.
«El agente urbanizador saliente, AUNO, mantendrá las garantías que comprometió -afirmó- y, al mismo tiempo, Eiffage establecerá las suyas, conforme a lo dispuesto en la ley».
El alcalde subrayó que, llegados a este punto, sólo había dos caminos. O el acuerdo, o proceder contra AUNO, hacerlo cesar como agente urbanizador, y embarcarse en «años y años» de pleitos.
Si salía adelante el acuerdo, este se plasmaría en un convenio, que se firmaría con Eiffage. Pero el secretario, en su informe, señaló que varios aspectos del acuerdo no concordaban con la ley.
Fue a raíz de dicho informe cuando la concejal no adscrita pidió al funcionario que confirmase si el convenio cumplía la Lotau en su totalidad, a lo que el funcionario contestó que no.
Otro aspecto que resultó especialmente polémico fue el compromiso, por parte del Ayuntamiento, de comprar terrenos por valor de 500.000 euros. El PP fue el grupo más crítico en este aspecto.
Tanto el portavoz, Pedro Luis Medina, como el concejal Juan Picazo insistieron en que la subrogación de un agente urbanizador debía hacerse «total y sin ninguna condición».
Picazo llegó a señalar que su grupo había negociado con Eiffage, la madrugada anterior, para que se dejase en suspenso esa compra de terrenos, atribuyéndose el mérito de dicha gestión.
Esa afirmación, unida a otras alusiones sobre otras polémicas urbanísticas y a la dimisión del anterior alcalde, provocó un fuerte enfrentamiento verbal entre Picazo y Ballesteros.
Cuando ya parecía que el acuerdo podía descarrilar de nuevo, el concejal de IU, Antonio Cola, cortó el debate autoconcediéndose la palabra.
«Hemos tenido que hacer de la necesidad virtud», afirmó, para a continuación argumentar que, gracias al esfuerzo de todos, gobierno y oposición, se había llegado casi al único acuerdo posible.
La apelación de Cola fue refrendada con aplausos del público, formado en su mayoría por afectados. Tras la votación y aprobación del único punto del orden del día, se levantó la sesión.
Foto extraída de Internet
Vergüenza ajena.

sábado, 22 de enero de 2011

La culebra bastarda y sus ideas




Este bello ejemplar joven de culebra bastarda o de Montpellier (Malpolon monspessulanus) tuvo la grandísima idea de meterse a hibernar en el peor sitio que podía elegir. Bueno, tal vez no el peor, pero sí en un mal sitio. La pobre en cuestión se había colado en una enorme tinaja de una vecina del pueblo y, a pesar de que no le daba asco, no le hacía ilusión tenerla ahí, por eso me llamó. Pero claro, ¿qué íbamos a hacer? ¿Dejarla ahí?
La culebra bastarda, al notar que bajaba la temperatura, sin duda se puso en acción: buscó un lugar seguro para hibernar. Cualquiera encuentra aquí un sitio seguro, pensó, al ver la DESTRUCCIÓN de la rambla del Cañaveral. Pero allí había un agujero, en aquel gran jarrón. Muchos animales, en descuidos, se cuelan en lugares de los que no se puede salir jamás. Y ahí que me llamaron a mí para sacar al pobre ofidio. Costó lo suyo, porque la tinaja era grande, y tuve que sacarla con una rama de ciprés seco. Metí la cabeza en la tinaja y noté que la temperatura era unos grados superior a la que había en el exterior. Ahí estaba la muchacha, enrollada y con los ojos cerrados, tanto como una serpiente puede cerrarlos. Metí la rama y la rocé. Entonces, se despertó y silbó, pero no atacó. La moví un poco e intentó salir, pero se escurría al fondo. Cuando al fin la saqué, la pobre serpiente, que no hacía más que silbar y sisear, se vio con la cabeza entre mis dedos, de forma que no hubiera accidentes indeseados. Nada, la pobre no mordía, no tenía fuerza en sus musculillos endurecidos por el frío. Cuando la vi, toda cansada, con ese cuerpo delgado y medio congelado, me acordé de muchas serpientes que murieron en la carretera, al tumbarse en el asfalto caliente. Esta serpiente, sin embargo, viviría. No en la tinaja, sino en mi balcón, hibernando, hasta que llegue el calor primaveral de nuevo. ¿Qué podía hacer? ¿Soltarla en el campo, que no encontrase la pobre un lugar donde terminar el invierno y que muriera? Discúlpenme, pero como pueblo ibérico que somos no debemos permitir que reptiles como la culebra bastarda desaparezcan de nuestros campos, por mucho que algunos quieran, ya sea matándolas una a una o construyendo parques infantiles en medio del campo (Y NO MIRO A NADIE). Creo haber hecho lo correcto. Ya os contaré cómo le va cuando la libere y serpentee libre por el campo.
Para quien se lo esté preguntando, le respondo: sí, la culebra bastarda es un reptil venenoso y agresivo. Sin embargo, para que inocule el veneno, habría que meterle el dedo en la boca hasta el fondo y la verdad, no soy de los que van metiendo el dedo en todo lo que ven. Esto pasa porque los colmillos del veneno se encuentran en el final de la mandíbula y, aun así, el veneno no es muy potente, al menos para un humano sano, sexy y guapo como yo.
Como se ve en la foto, está mudando. Poniéndose to reshu para la primavera.

sábado, 15 de enero de 2011

Descubrir libros

Lo admito. Me encanta cotillear, churripetear, fisgonear, husmear. Hay un lugar en el que me encanta hacer esto y ese lugar es la casa de mis abuelos. Allí hay una habitación con libros por todos lados. A veces, entre dos libros alargados y oscuros, aparece uno de principios del siglo XX sobre animales. Éso es lo que yo busco en casa de mis abuelos. Según me han contado, a mi bisabuelo le gustaban también mucho los animales, así que tenía libros sobre ellos, lo malo es que nadie se preocupó de esos libros y a veces aparecen así, sin más. Recuerdo que me cansé de que aparecieran sin más y desde entonces he encontrado muchos librillos, algunos de notable calidad, como una trilogía de Fabre que trata sobre los insectos en general y que es de el año 1920; otro de Maeterlink sobre las abejas de 1909 y varios más. Pero de todos esos libros, los que más sensación han causado en mi casa, sin duda, han sido los que forman la enciclopedia de la Fauna, de Felix Rodríguez de la Fuente. Aparecieron un día, cuando corrí un sillón que estorbaba. Apareció ahí la enciclopedia entera, con ese olor (estoy seguro de que todos los españoles que tengan esta colección saben cuál es) tan característico y sus letras doradas. No me lo creía, pero imaginaos lo que sentí. A pesar de no tratarse de libros muy antiguos (son de los años 70), sin duda eran el premio gordo. Además yo, por aquel entonces, estaba acostumbrado a encontrarme libros de los años 10, 20 y 30 como mucho y unos tan nuevos como éstos me parecía raro que no hubiesen sido encontrados antes. Pero ahí estaban, esperando que yo los cogiera y los leyese.

domingo, 9 de enero de 2011

Mis vecinos los gorriones y la tórtola turca

¡Hola! Hoy es un día aburrido y un poco triste. Pero no me preguntéis por qué lo es, porque no diré nada. Estaba después de comer vagando por mi casa, cuando he comenzado a oír un murmullo tortoleño. En la falsa acacia de enfrente de mi ventana, una tórtola turca, sentada en una horquilla del tronco, llamaba. A su alrededor había un grupillo de gorriones comunes, en las ramas cercanas. Al principio he pensado que puede que estuvieran molestándola por algo, pero luego me he dado cuenta de que, simplemente, estaban a su alrededor, no hacían nada. A veces se cambiaban de rama, pero estaban como pendientes de la tórtola, que, sentada en su horquilla, llamaba. Después de unos minutos, una nueva tórtola procedente del parque ha venido a posarse en un cable cercano a la horquilla y aquello parecía una reunión ornítica. Ha sido gracioso.
Luego he vuelto y ya no había ningún ave en la acacia.
Perdonad la mala calidad de las fotos, es que desde mi ventana, todo sale mal.
Vale... esta foto me ha salido fatal, pero es sólo para que veáis cómo era la situación. La tórtola estaba sentada en esta horquilla, llamando, y a su alrededor, los gorriones la contemplaban. Se ve un gorrión macho en la esquina superior izquierda.

La tórtola advenediza.

lunes, 3 de enero de 2011

Feliz año a todos

Bueno, aun llevando tres días de 2011, os deseo un feliz comienzo de año a todos. No he podido conectarme antes porque he estado en mi pueblo y, cuando volví, descubrí que los de Timofónica me habían desconectado la línea ADSL (el Internés, vamos) por error (o tal vez no) y han tardado lo suyo en arreglar todo esto...

El otro día di un paseillo con unos amigos por la Sierra del Segura, aquí en el Sur de Albacete y estaba todo precioso. Yo iba sentado en el coche mirando hacia las cumbres y los riscos, en busca de ese misterioso y conocido animal que es la cabra montés cuando, de repente, en el borde de un peñasco, divisé un macho joven. Estaba lejísimos, pero lo vi, aquí está la prueba:
Siento la mala calidad de imagen, es que utilicé el superzoom, y ya sabéis que los zooms normalmente estropean un poco la imagen.

Como podemos ver, se trata de un macho jovencillo, la cuerna todavía no es gigantesca y el mechón de pelo de la cara característicos de los viejos machos todavía no se vislumbra.

Mis amigos se quedaron flipando de que consiguiera ver al animal, estando este lo lejos que estaba, y el coche en movimiento, pero lo cierto es que yo iba mirando a propósito, porque sabía que unos ojos inteligentes y ambarinos de cabra montesa contemplaban el roquedo por donde transcurría la carretera...

En las cumbres de la sierra todavía hay nieve. Todavía hay y habrá, hasta que los deshielos primaverales conviertan la blanca nieve en cristalinos riachuelos veloces que se despeñarán por los senderos hasta morir en algún río montaraz.

Y en esta nieve, las huellas de las propias cabras y de córvidos, como la urraca, quedan impresas:

Aquel día, la Tierra se despertó pesadamente, como si todavía siguieran dormidas algunas zonas. La niebla lo cubría todo a lo lejos y en el fondo de los precipicios todavía había nubecillas juguetonas.

A pesar de la nieve y el frío, muchas plantas siguen viviendo su vida, desarrollándose, como algunas florecillas blancas que fotografié en una ladera gracias a mis amigos, que las descubrieron. Eran pequeñas margaritas de corto tallo que, vergonzosas, asomaban entre la hierba, tal vez a la espera de que algún pequeño insecto despertado por el calor solar fuese a polinizarlas. Mientras moneaba por ahí, un burro blanco y lanudo me miraba con cara sabia.