sábado, 27 de febrero de 2016

El campo de noche: estudiando la Luna

    Como muchos seguidores de este blog sabréis, una de las actividades que más me gusta hacer en verano es explorar los montes durante la noche con mis amigos naturalistas. Con cuidado para no molestar en exceso a los animales (ya que molestias causamos, eso es innegable, cada vez que salimos al campo, sea de día o de noche), observamos la fauna nocturna, casi toda invertebrada, que nos vamos encontrando por los caminos. Estar en sitios alejados de los asentamientos humanos y su molesta luminosidad conlleva fijarse también en lo que hay sobre nuestras cabezas: es difícil no fijarse en la inmensidad del universo que acuna nuestro planeta, nuestro hogar, y en los astros que ocupan su sitio en el cielo nocturno. ¿Qué estrella es aquella de allí? ¿Cuál es la Estrella Polar? ¿Cuáles son las constelaciones? ¿De veras podemos utilizar el cielo nocturno para guiarnos? Es difícil no hacerse cientos de preguntas al mirar arriba.
    Uno de los cuerpos celestes más llamativos y el más cercano a nosotros es el único satélite natural de la Tierra, la Luna. Todos tenemos conocimientos básicos sobre ella, sus fases, su influencia sobre las mareas, que siempre vemos la misma cara de la Luna desde la Tierra debido a la rotación sincrónica, etc. Pero yo he decidido ir más allá, ya que con unos simples prismáticos y un ordenador, es fácil estudiar la Luna, y es algo que os recomiendo a todos. Conocer los secretos de la Luna nos ayudará a conocer nuestra posición, la del satélite y la época del mes y del año en que estamos. Además, interesarse por nuestro satélite puede ser el primer escalón al apasionante mundo de la astronomía...
La Luna en cuarto creciente, vista desde mi casa. Albacete, 14.01.2011.
     A la hora de estudiar la Luna, os recomiendo un programa de ordenador de descarga gratuita, el Virtual Moon Atlas, que se puede obtener haciendo click aquí. Es un programa que he descubierto hace poco y me he llevado una grata sorpresa con él. Para empezar, podemos familiarizarnos con el programa, que es de fácil uso, aunque solo está disponible en inglés y francés, y, por ejemplo, identificar los principales mares de la Luna con fotos que hayamos tomado nosotros. La barra de la derecha muestra información sobre el objeto seleccionado, sus características, significado de los nombres, otros nombres propuestos, dimensiones, etc.
Vista de la Luna, desde su hemisferio visible desde la Tierra, en Virtual Moon Atlas, v. 6.0.
Zoom del Océano de las Tormentas (Oceanus procellarum), en Virtual Moon Atlas, v. 6.0.
    Haciendo click en el icono de la parte superior (Full globe), podemos ver también la cara oculta del satélite, el hemisferio que nunca se muestra hacia la Tierra.
La cara oculta de la Luna, mostrando su gran cantidad de cráteres, con Apollo seleccionado; en Virtual Moon Atlas, v. 6.0.
    Otra forma de entender el aspecto lunar es revisar un calendario lunar anual donde se muestran las fases de la Luna. Internet es una fuente inagotable de estos calendarios y se pueden consultar fácilmente, por ejemplo aquí. Y aquí se puede consultar la fase lunar actual si no encontramos la Luna en el cielo o no se ve desde donde estemos por diversas razones (contaminación lumínica, presencia de nubes...)
    Como veis, hay muchas formas de estudiar la Luna al alcance de todos (sin necesidad de volar hasta allí, no es ná). Ojo, que antiguamente se pensaba que los rayos lunares influenciaban malamente a la gente, enloqueciéndola... de ahí surgió la palabra lunático.
La Luna presenta distintos aspectos desde la Tierra según cómo la ilumine el Sol,
produciéndose en ocasiones eclipses solares y lunares, fácilmente observables.
    Cada salida al campo con cada fase lunar es distinta, principalmente por la diferencia de iluminación si no está nublado. Personalmente, yo no he observado ningún cambio de comportamiento en los animales que he visto por la noche en el campo, aunque está demostrado que la Luna influye en la conducta de muchos de ellos, terrestres y marinos. De todas maneras, tendría que salir muchísimas más veces para comprobar algún cambio en los animales que observo, con respecto a la Luna. Lo que está claro es que la Luna es, muchas veces, nuestra gran compañera de excursión, por eso creo que es necesario conocerla bien, ya que al fin y al cabo, los astros siguen formando parte de la Naturaleza. No sólo los animales y las plantas la conforman.