miércoles, 23 de agosto de 2023

Libélulas de agosto en el Jardín Botánico

Continuamos con las altas temperaturas por el sureste de España, con la cuarta ola de calor del verano. El que no quiera verlo, que cierre los ojos. Aunque las libélulas continúan con sus quehaceres habituales en las lagunas del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, a pesar de las altas temperaturas. Hoy, 23 de agosto, un breve momento de observación en las recreaciones de humedales me ha deparado varias sorpresas odonatológicas. 

En primer lugar, he podido observar una nueva especie para el JBCLM, Orthetrum coerulescens, cuyo nombre estandarizado en castellano según Miralles-Núñez y otros (2023)* es centinela cobalto. Me he detenido un rato con ella y posteriormente, he podido confirmar que portaba varios dípteros parásitos en sus alas (Forcipomyia). El ejemplar volaba de aquí para allá, posándose mucho en los juncos y los carrizos, sin alejarse mucho de la zona, en el camino que pasa junto a la primera laguna del Jardín. Con esta, serían ya tres las especies de Orthetrum que se han detectado en la zona.

Orthetrum coerulescens. Si hacéis zoom en la parte de las alas cercana al inicio del abdomen, veréis unas manchitas alargadas enganchadas en las venas. Son las Forcipomyia que las parasitan.

Orthetrum coerulescens

Esta es la foto que me ha permitido identificarla rápidamente, ya que se aprecia muy bien la genitalia protuberante característica de esta especie.

En la siguiente laguna recreada, la kárstica (Ruidera), he podido disfrutar de más especies desde el puente que la cruza. Este verano he visto muchas Anax parthenope en esta laguna, donde se pelean con sus primas las Anax imperator, que hace tres años eran más abundantes. Aquí he podido observar a una pareja de A. parthenope en tándem, con la hembra poniendo huevos. Volaban por allí también otras especies de color rojo, de menor tamaño.

Anax parthenope. La hembra es la de la derecha. Obsérvese el abdomen en el agua.

Trithemis annulata

Crocothemis erythraea

Sympetrum fonscolombii

Dicen que la semana que viene bajarán las temperaturas y lloverá un poco, iniciándose quizás tímidamente el otoño (soñar es gratis). No supondrá un problema para las libélulas, que continúan sus ciclos, e incluso todavía nos quedan por ver algunas especies más tardías, como alguna Aeshna. Seguiremos informando.

* An updated and agreed-upon proposal for the common names of damselflies and dragonflies in Spanish. Adrià Miralles-Núñez, Carlos Zaldívar, Florent Prunier, Martiño Cabana, Antonio Torralba-Burrial, Pere Luque, Ludovico de Vega & Adolfo Cordero-Rivera

sábado, 19 de agosto de 2023

Viaje a Costa Rica V: llegamos al volcán Arenal

14 de abril

    Cuando llegamos a nuestro hotel en el entorno del volcán Arenal, nos sorprendió mucho el frío que hacía dentro de la habitación, ya que el aire acondicionado estaba por lo menos a 17 ºC. Luego nos enteramos de que la zona tenía mucho turismo de origen estadounidense, y que a los estadounidenses les encanta tener el aire acondicionado a temperaturas gélidas. Era un hotel de alta categoría, al que habíamos venido por recomendación, pero a cuya excesiva opulencia no terminamos de acostumbrarnos nunca. Nos gustó mucho el jardín de bromelias del hotel y las termas al aire libre, pero mi mujer y yo nos dimos cuenta de que los grandes lujos y las reverencias no son cosas que nos hagan demasiada gracia. Somos más campechanos y llanos en el trato, en ese aspecto.

Decidimos dar un paseo nocturno por los jardines a nuestra llegada, ya que no parábamos de oir sonidos de animales entre la vegetación. Sobre todo, lo que oíamos eran ranas. Un croar repentino que parecía de origen cómicamente humano resultó ser una rana enmascarada (Smilisca phaeota). También se oía otro croar, mucho más abundante a nuestro alrededor, muy agudo y metálico, que sonaba como golpes de un xilófono. Se trataba de las ranas de cristal, que son un grupo diversificado y abundante en las selvas tropicales de América. Vimos también bastantes insectos, muchos más que en Tortuguero, pero en seguida nos fuimos a dormir, al día siguiente nos levantaríamos pronto para disfrutar de las aguas termales de la zona y para realizar una ruta por las cercanías del volcán, donde encontramos más fauna y flora súper interesantes.

Rana arborícola enmascarada (Smilisca phaeota). Parecía ser abundante en el jardín de bromelias del hotel.

Ranitas de cristal en amplexo, sin identificar. Eran mucho más pequeñas que las ranas arborícolas enmascaradas.

Pycnopalpa bicordata

Clepsydronotus dentipes

Copiphora rhinoceros

Liturgusa cf. maya

Ischnomela pulchripennis. Saltamontes bastante grande y abundante.

Smilisca phaeota. Se refugiaban en el agua que almacenan las bromelias en su interior. Este macho emitía su croar intermitente.

Otra ranita arborícola enmascarada que encontramos en el suelo.

Ischnomela pulchripennis

Abaniquillo centroamericano (Anolis limifrons)

Panal de avispas sin identificar.

Ortóptero sin identificar.

jueves, 10 de agosto de 2023

Subida al pico de la Almenara (sierra de Alcaraz)

La Almenara - Sierra de Alcaraz - Albacete

El pasado domingo, quedamos mis amigos Miguel Domenech y Alonso Ródenas porque hacía ya muchos días que no nos veíamos y necesitábamos nuestra buena dosis de subida a montañas en busca de naturaleza. Miguel había propuesto acercarnos al grandioso pico de la Almenara, en la sierra de Alcaraz. Se trata del pico más alto de la sierra de Alcaraz, con casi 1800 m de altitud. Desde muchos puntos de la provincia de Albacete y alrededores, se puede ver la Almenara en el horizonte. Y desde el propio pico, se divisan distancias muy lejanas de las provincias de Albacete, Jaén e incluso Granada. 

Llegamos sobre las 11:30h de la mañana justo a los pies de esta imponente montaña, atravesando densos pinares de pino laricio (Pinus nigra subsp. salzmannii), algunos centenarios, con algunas repoblaciones de pino negro de Austria (Pinus nigra subsp. nigra). No sé a quién se le ocurriría la gran idea de mezclar dos subespecies de pino negro en España cuando ya tenemos una endémica. En seguida detectamos gente en la cima de la montaña, se trataba de un grupo grande de scouts que, por el acento, debían de ser del extremo sureste de la región de Murcia. Al poco de empezar a subir, ya detectamos los primeros insectos bullendo a nuestro alrededor. Miguel encontró rápidamente un ejemplar de Albarracinia zapaterii, un "grillo de matorral" que no resulta raro en estas montañas de Albacete. 

Albarracinia zapaterii

Ascendimos relativamente rápido a la cima de la Almenara por la ladera, que era rocosa y muy empinada, dejando atrás la línea del bosque rápidamente, tras zamparnos cada uno un enorme bocadillo que Miguel nos había traído desde La Roda. El mío era de tortilla de patatas y guarretas, un tipo de chorizo alargado parecido a la chistorra, muy típico de mi zona. En el cielo volaban algunas chovas piquirrojas (Pyrrhocorax pyrrhocorax), que luego pude ver detenidamente en una ladera al otro lado de la cresta de la montaña.

La sierra de las Almenaras desde su pico más alto. A la izquierda, en la umbría, pude comprobar que crecía un bosque mixto con pinos pero también con quejigos, mostajos, arces y hasta olmos de montaña. 
Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax)

Después bajamos como pudimos de la cima, con mucho cuidado para no caernos, y nos acercamos a un abrevadero donde había una surgencia de agua helada. Nos mojamos la cabeza y la gorra y continuamos con el coche hasta un gran claro con arbustos dispersos. Esta zona se llamaba La Lagunilla. Allí encontramos algunos saltamontes, la especialidad de Miguel, y otros insectos. Pero internándome en un bosquete algo más sombreado, pude ver una curiosa calimorfa (Euplagia quadripunctaria) volando entre los pinos, los enebros y las lavandas.

Hembra recién mudada de Tessellana tessellata en mi dedo.

Abejorro común (Bombus terrestris lusitanica) sobre el cardo corredor (Eryngium campestre).

Si miraba a lo lejos, veía pinos y encinas en las montañas que nos rodeaban.

Enebro común (Juniperus communis)

Calimorfa (Euplagia quadripunctaria)

Enorme pino laricio (Pinus nigra subsp. salzmannii)

Gomphocerippus binotatus ibericus, saltamontes de alta montaña. La localidad tipo de descripción de esta subespecie era la zona que estábamos visitando.

Gran grillo verde (Tettigonia viridissima)

Cadáver de un saltamontes afectado por la enfermedad del hongo Entomophaga grylli. El hongo que infecta al insecto manipula su cerebro para dirigirlo a una ramilla alta, donde el insecto muere y el hongo brota a través de su cutícula para dispersar sus esporas. Así de cruel es la naturaleza a veces.

Continuamos con el coche hasta la llamada fuente de la Fuenfría o de Juanfría, en el arroyo homónimo. Allí paseamos a través de un prado húmedo, rodeados de cardos (Cirsium monspessulanum subsp. ferox). Nunca habíamos visto tantas mariposas juntas como en este sitio. En un momento, distinguí casi una decena de géneros volando a la vez, como Colias, Leptidea, Iphiclides, Argynnis, Pyronia, Hipparchia, Brintesia... Se posaban en el suelo a chupar las sales y el agua que arrastraba el pequeño arroyo.
Grupo de Colias.

Una de las múltiples chupaleches (Iphiclides feisthamelii).

Una lagartija colilarga (Psammodromus algirus) nos observó durante un rato desde la sombra de unos arbustos.

Leptideas y hespéridos.

Joven araña avispa (Argiope bruennichii), tan típica de los juncales y zonas húmedas.

Argynnis adippe
Alonso hizo unas fotos espectaculares, estoy seguro de que pronto las veremos en su página de Instagram (@ius_nature). También nos encontramos algunos viejos amigos como el saltamontes Chorthippus jucundus, de color verde. Después de descansar un rato en unos bancos, mientras Miguel se echaba la siesta, Alonso y yo nos fuimos a explorar la zona, subiendo una carretera de tierra. No vimos mucho y la temperatura subía, así que nos volvimos tras hacer algunas fotos.

Carlina acanthifolia subsp. baetica, planta a la que se le atribuyen propiedades protectoras de los hogares.

Detalle de la flor.

Argynnis adippe sobre una flor de espliego (Lavandula latifolia).

Inflorescencias de otra especie de Carlina.

A las cuatro de la tarde a principios de agosto, estos pinares de montaña mediterráneos no son el mejor lugar para dar un paseo...

Flor hipocromática de un cardo del género Cirsium.

Esta Hipparchia semele se paró en la bota de Alonso a libar barro y humedad. No se despegaba de él.

Hembra de Conocephalus.

Después sugerí ir al arroyo Endrinales, donde hay una pequeña población con unas casitas que nos gustan mucho, en una especie de cañón que forma este arroyo, rodeado de vegetación densa. Dimos otro pequeño paseo por la zona hasta llegar a un claro donde cada uno se separó un poco del resto a observar bichos y plantas. Al rato, recordaba haber estado por la zona con otros buenos amigos hace unos diez años, en concreto cerca de la localidad de El Batán del Puerto, pero no recordaba el sitio por donde habíamos paseado. Recordaba claramente haber visto allí una mariposa, Argynnis paphia, pero nada más. En cambio, Miguel sí conocía un sitio interesante cerca, llamada la Fuente Lisa, junto al río Madera, que pasa por allí. Así que después del arroyo Endrinales, fuimos al río Madera a mojarnos la cabeza y a despedirnos de la sierra, no sin antes mojarnos de nuevo la cabeza.
El claro donde buscamos bichos, junto al arroyo Endrinales.

Precioso macho adulto de mantis (Mantis religiosa). No está de más decir que estos animales son totalmente inofensivos para las personas.

Mariposa de los muros (Pararge aegeria), en la Fuente Lisa (río Madera).

Caballito del diablo (Callopteryx virgo) macho en el río Madera.

Caballito del diablo (Calopteryx virgo) hembra.

Otro caballito del diablo (Calopteryx haemorrhoidalis) en el río Madera.

Con esta fantástica visión de los pinos laricios creciendo en laderas casi verticales, desde la umbría de los bosques del río Madera, nos despedimos hasta otra vez. Fue un día fantástico en compañía de mis buenos amigos, por un lugar muy especial de nuestra provincia, a muy poca distancia de casa.