domingo, 24 de octubre de 2010

Cassiobury Park


Esta tarde, mientras me tomaba un té, no he podido evitar ponerme a pensar en el tiempo que estuve en Watford éste verano. Y me he acordado de Cassiobury Park. Alguno recordará que estuve perdido por allí por ésta entrada en mi blog anterior. He recordado cómo lo descubrí y cómo lo exploré y la variedad de fauna y flora que vi. Una preciosidad, un regalo para los ciudadanos de Watford: Cassiobury Park.

La primera noche que estuve en la casa, situada en el número 5 de Shepherds Road, la señora de la casa me llevó a la parada de autobús donde habría de tomar el coach al día siguiente para ir a la escuela. La parada estaba justo a la entrada de Cassiobury Park. La señora me dijo que ése era el tercer parque más grande de Inglaterra y que era muy bello. Estaba oscuro y no lo vi bien, pero me pareció bonito.

El segundo domingo, las monitoras italiana y española organizaron una visita al Harlequin Shopping Centre de Watford para hacer compras y tomar algo por el centro de Watford (que no se parecía en nada a la zona donde yo vivía). En el famoso Waterstone's me compré tres libros. No puedo remediarlo: las dos veces que he ido al Reino Unido, me he comportado como un comprador compulsivo. Dos de los libros eran de una colección de New Holland, trataban (obviamente) de Naturaleza: de aves y lepidópteros británicos. La verdad es que son unas buenas guías, los dibujos tienen una cantidad de detalles increíbles; y una de las cosas que más valoraba de esos libros (y todavía valoro, tres meses después) es que están en inglés. El otro libro era Jonathan Livingstone Seagull (Juan Salvador Gaviota, en español). Éste, en parte, fue el que me hizo explorar Cassiobury Park.

Pues bien, a las 5pm, salimos del Harlequin, cada uno a su casa. Y qué gran problema, la señora me había dicho:
    "Please, Will, come back after 8 pm as my family and I are going to London this afternoon and I think we'll be here at that hour"
Yo le dije: Yes, yes.
Así que tenía todavía tres enormes horas por delante y yo no sabía qué hacer, estaba solo y perdido. Lo único que hacía era seguir los carteles que señalaban CASSIOBURY PARK, que eran verdes y grandes, con letras en blanco, para tener alguna referencia de mi casa, así que no sé cómo, acabé llegando a Rickmansworth Road, que era donde estaba la parada de autobús y una de las entradas al gran parque. Creo que ésa vez fue una de las que mejor me he sentido conmigo mismo en toda mi vida. Había conseguido hacer buen uso de mi sentido ornítico de la orientación y llegado a mi barrio. Durante el camino, admito que estuve bastante alerta, la señora me había dicho que there were groups of people that were not very... 'nice', especially after 5 pm.

Llegados a este punto, me hice una grandísima pregunta, una pregunta que desencadenaría muchas cosas, entre otras, la publicación de esta entrada. La pregunta era: "¿Qué hago ahora? Puedo hacer dos cosas: ir a explorar Cassiobury Park o quedarme en la puerta de la casa hasta que llegue la host family, muerto de aburrimiento". Vaya pregunta, me dije, y empecé a caminar por el parque, con la idea de encontrar un banco donde sentarme y leer a Richard Bach.

Había un sendero ancho por el que no pasaba mucha gente y a los lados, había grandes extensiones de hierba con enormes árboles de diversas especies, como los abetos, los pinos, hayas y robles, pero eran éstos últimos los que abundaban, y no sólo había carvallos, sino también robles americanos. Me di cuenta de que, a los pies de muchos robles, crecían pequeños saúcos. Tal vez crecieran por las deposiciones de muchos pajaruelos, que se encontraban en el suelo, al lado de los gruesos troncos de roble; esto también ocurría en los terrenos de mi escuela en Bushey.

Anduve y caminé, pero el sendero nunca se acababa, y yo veía a la gente pasar y reír y jugar y a veces, hasta cantar. Nunca en mi vida había visto tal variedad y especies de árboles y plantas juntos, así que me puse manos a la obra a guardar hojas. Hojas de castaño, saúco, arce, roble, haya, etc. Acabé con el cuaderno de la escuela hinchado hasta los topes.

Al final, encontré, en un camino cercano a unos serbales de cazadores y junto a un haya, un banco donde me senté y estuve una hora y algo leyendo, pero, constantemente, diversos animales como la ardilla gris, el zorzal o el mirlo, me interrumpían la lectura. Me di cuenta de que era perder el tiempo el leer estando en aquel lugar, en vez de explorar, así que me levanté y seguí curioseando.

A las siete y media, volví por el camino por donde había venido. Cerca, unos muchachos negros jugaban al fútbol. Cuál fue mi sorpresa cuando uno de ellos gritó "¡Pásame, pásame! ¡Estoy solo!" en perfecto español. Yo me reí y seguí andando. Pero lo mejor fue lo que vino después: justo cuando pasaba por delante de unos columpios, una señora se levantó de un banco y llamó a su hija: "¡Lucía, date prisa que nos vamos!".

Tiempo después, cuando regresé a España, estuve buscando información sobre Cassiobury Park y descubrí que se tenía noticias de su existencia en la Abadía de St Albans en el 1100, si no recuerdo mal. Una cosa antiquísima. Me encantó éste mágico lugar, sus paisajes, sus secretos y escondrijos. Recomiendo a todo aquel que se acerque a Inglaterra, hacer una visita a esta ciudad, Watford, y nunca nadie ha de perderse tan maravilloso lugar: Cassiobury Park.



3 comentarios:

  1. Anónimo24/10/10

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  2. Bueno Guille, ya estás en el candelero de la pasión por la naturaleza. Ahora espero que encuentres esas secuencias con los animales y, nos las traslades con esa energía que desprenden tus palabras.
    Ánimo con el blog.

    Saludos.

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  3. william... :)
    la verdad, es que cuando yo estuve en England no me fijé demasiado en la naturaleza ni en la fauna. una pena, la verdad. Ya que creo que voy a tardar bastante, a volver a ése paraíso.
    És una pasada cómo te fijas en las cosas, en las que poca gente se fija y en las que vale la pena contemplarlas por un rato.
    pues nada.. xirri, SUEERTE COON TUU BLOG! ^^
    imagino que ya sabrás quién soy... pero igualmente no te lo digo ;)

    Te quiere, à.

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