viernes, 7 de noviembre de 2014

Un encuentro desafortunado con la Crataerina hirundinis

    En mayo, ya habían vuelto los aviones comunes (Delichon urbicum) a Gran Bretaña. Una noche (18/5/2014), volvía de dar un paseo cuando encontré un avión en medio de la calle, con la cabeza debajo del ala. La escena no tenía el mejor aspecto, más que nada, porque un avión común en el suelo en medio de la noche, es un avión condenado. 
El animal no presentaba el mejor aspecto, y yo sabía que le quedaban pocas horas de vida.
    Para evitar incidentes, pensé que lo suyo sería dejarlo en un pequeño callejón que comunica el jardín con la calle, así que eso hicimos, aunque con pocas esperanzas... Lo cogí y lo entré a casa para dejarlo en dicho lugar. El avión era consciente de todo, pero no se movía mucho, y tenía los ojos muy abiertos. Lo dejamos en el suelo, pero se me ocurrió que era mejor acercarlo más a la puerta, que tiene una rendija por la cual podía salir y encontrarse con el resto de aviones de la colonia que anida en la casa. Tocarlo fue un error.
    Unos minutos después, un insecto de extraño aspecto me sorprendía bruscamente agarrado a mi mano, aunque yo prácticamente no podía notarlo. Su apariencia no era muy... mmmh... agradable, digámoslo así, así que al verlo ahogué un grito y restregué mi mano contra la colcha (lo primero que vi cerca) para deshacerme de aquel parásito y fui corriendo a lavarme las manos. Después, con una pequeña cajita de plástico transparente, volví en busca de aquella mosca que no recordaba haber visto nunca.
    ¡Qué bicho más raro! Era como una mosca amarillenta, sucia, aplanada, con patas ultradesarrolladas que le daban un leve aspecto arácnido. Las alas estaban reducidas a simples estructuras alargadas semitransparentes, parduscas y brillantes. Dentro de la cajita, se desplazaba rápidamente, como reptando. Era una mosca parásita, concretamente, una Crataerina hirundinis.
Crataerina hirundinis. © Paul Beuk
   Crataerina hirundinis es un ectoparásito, perteneciente a la familia Hippoboscidae (es un díptero, como las moscas normales y corrientes) especializado en aviones comunes por lo general, aunque, en menor medida, también puede atacar a demás hirundínidos y vencejos. Es hematófago, y sus patas están adaptadas a caminar sobre el plumaje de sus huéspedes, a los que se sujetan incluso en vuelo. 
    Al día siguiente, encontré al avión común muerto al otro lado de la puerta, es decir, en la calle, en un rincón. Otra mosca piojo, como se les llama vulgarmente, permanecía sobre el obispillo del pájaro mientras lo observábamos. Creo que fue inevitable expresar algo de repulsión sobre este animal. Lo que más llama la atención es su tamaño con respecto a su víctima. Un avión común, desde la punta del pico a la cola, puede llegar a medir unos 15 cm. La Crataerina no llegaba a un centímetro. Es como si una persona estuviera parasitada por un bicho del tamaño de un buey de mar.
El avión común, ya muerto, con una Crataerina hirundinis todavía sobre él.
    Crataerina hirundinis no pone huevos directamente, sino que, a finales de verano, pare larvas vivas que pupan poco después de nacer dentro del nido de barro de los aviones. Pasan el invierno en forma de crisálida y, con la vuelta de los aviones en primavera, emergen los adultos, y el ciclo continúa. La aparición de los adultos tal vez tenga que ver con el aumento de temperatura en el nido, ya que, no lo olvidéis, las aves también son de sangre caliente. La cópula tiene lugar en el nido.
Crataerina hirundinis
    ¿Habéis tenido alguna vez un encuentro con esta interesante especie de mosca? Si es así, podéis relatar vuestra experiencia en los comentarios.

5 comentarios:

  1. En una ocasión me ocurrió lo mismo con un pollo de mirlo en los jardines de Aranjuez. ¡Pobre bicho se lo estaban comiento vivo!

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    1. Hola Jesús,
      uf uf. Así son algunos parásitos... creo que son los animales que menos "gracia" me hacen.
      Saludos.

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  2. (reescribo después de que se me borrara el comentario entero… ¬¬)

    Hombreee!! mis amigos los hipobóscidos!!! Yo por desgracia estoy bastante acostumbrado a ellos… pero los que vuelan que son casi peores. Tengo tantas experiencias que no sé por dónde empezar jajaj

    Como anillador, manejo gran cantidad de aves y en ocasiones estos bichejos son bastante comunes. Por ejemplo este verano en Suecia era raro el pájaro que no llevaba alguna mosca plana. Recuerdo también las moscas de los vencejos reales… que tenían un tamaño más que considerable. Y ni que hablar de las moscas de vacas, caballos e incluso alces, terroríficas. Estas últimas no las he visto pero me han contado alguna historia… como que en Suecia, donde son relativamente comunes los accidentes de tráfico con alces, las moscas, después de muerto su hospedador, vuelan al siguiente cuerpo caliente que encuentran, que suele ser el desgraciado conductor del vehículo. Me contaron que en alguna ocasión alguna enfermera se ha negado a atender al paciente por puro asco a estos bichejos. Imagínate el panorama.

    Otra anécdota, el verano de 2013 recorriendo los países del este del mar Báltico en bicicleta, pasamos por bosques donde las mosquitas estas eran muy comunes, formando auténticas nubes que te torturaban hasta la saciedad. No pican, pero tocan los huevos de una manera increíble… Nosotros las llamábamos "garrapatas voladoras" jajaja. Y por cierto, son duras de matar… apretando con dos dedos no les haces nada!

    Un abrazo!
    Fran

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    1. Hola Fran, gracias por tu comentario.

      Parece mentira que nos gusten los animales, pero no dejamos de ser humanos ante estas cosas... Las moscas que me comentan que también están en mamíferos grandes, las he visto en cuadras de caballos también, y sí, son como las que describo en mi entrada, pero CON ALAS FUNCIONALES.

      Un saludo.

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  3. Conozco a este bichejo gracias a ti y tu entrada. Chupar sangre es una rentable forma de vida ... Pobre avión

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Trato de responder a todos vuestros mensajes, aunque sea solamente para dar las gracias.