martes, 21 de julio de 2015

En el Charco Azul con mis amigos

El otro día (18.07.2015), fuimos al Charco Azul, un paraje que se forma en la desembocadura del río Valdemembra en el Júcar. Ya he hablado de este sitio en El Saúco, cuando visité la zona tras el lamentable incendio de mayo de 2014, como podéis ver haciendo click aquí. Esta vez, estuve con unos amigos en una parte que no había pisado nunca, que siempre he visto desde la otra orilla, pero no sabía cómo acceder hasta allí. Mientras mis amigos pescaban cangrejos, yo me entretuve mirando la zona.
Alameda junto al agua.
Alameda junto al agua.
Al llegar allí, me sorprendí con una planta que jamás había visto. Era bastante alta, de 1,10 m de altura, las hojas basales eran enormes, acorazonadas, alargadas, verde oscuro. Del centro de la planta salían unos altos ramilletes de flores espinosas, con pinchos largos, curvados en su punta. Se trataba del lampazo (Arctium minus), una compuesta que crece en esta zona, en los bosques de galería que rodean las aguas azul pastel del Júcar y sus afluentes.
Arctium minus
Había también insectos, sobre todo avispas (y no de las más tranquilas), pero también moscas cernidoras y caballitos del diablo:
Todavía no la he identificado.
Platycnemis latipes, macho.
Fue una mañana muy interesante. Yo nunca había pescado cangrejos (obviamente después nos los comimos), pero nuestros amigos, que tenían licencia, lo habían hecho varias veces. Me pareció sorprendente la cantidad ingente de estos crustáceos que había en la zona. Se les podía observar a través de las turbias aguas, acercándose poco a poco hacia el cebo.
El cubo se iba llenando poco a poco...
Tras la alameda, había un prado con cardos marianos. Entre las hierbas secas, se oía el canto de las chicharras.
De aves, la cosa fue más o menos tranquila, algún cetia ruiseñor (Cettia cetti) y oropéndolas (Oriolus oriolus).

Populus alba

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