jueves, 28 de octubre de 2010

El árbol de los dioses o ailanto

El ailanto (Ailanthus altissima) es un árbol originario de China. De crecimiento rápido y muy resistente a la contaminación, hace años se utilizaba como planta ornamental. De hecho, se introdujo en Europa en el siglo XVIII para repoblar, pero el proyecto fracasó. Su madera resulta relativamente blanda y no presenta ningún valor técnico especial, aunque es apropiada como madera de construcción y en la industria papelera. Intenta combatírsele por todos los medios, pero persiste y se reproduce con mucho éxito.

Es un árbol caducifolio que alcanza unos 20-25 metros de altura, por su crecimiento extrarrápido, no es una especie muy longeva, ya que vive de 40 a 50 años. El tronco es recto y fuerte, de corteza bastante lisa, con un vistoso diseño a base de rayas angulosas blanquecinas. Sus hojas son de tamaño variable, aunque pueden llegar al metro de longitud, no suelen sobrepasar los 60 cm.; de hecho, debido a su considerable tamaño y a la presencia de pínnulas (entre 11 y 18 foliolos), se confunden a veces con las ramas. La copa es abombada, no muy extendida y algo irregular. No requiere gran poda, a no ser que quiera elevarse su altura. Además, tolera temperaturas altísimas en verano y muy bajas en invierno.

No podría faltar este árbol en nuestra ciudad, que, a pesar de contar con un clima bastante duro, posee numerosas especies vegetales en sus parques y jardines, aunque muchas veces, son ignoradas por todos. El ailanto es ese árbol que aparece por todos lados: en solares, en cunetas, en agujerillos de las maltratadas aceras... No sé si, alguna vez, sobre todo entre los meses de octubre y marzo, habréis visto unas pequeñas semillas aladas de color amarillento agrupadas por remolinos de viento en las esquinas olvidadas de Albacete. La semilla en sí se encuentra en el centro justo del ala. Cuando están en el árbol todavía, suelen ser anaranjadas o bermejas, formando grupos densos que incluso permanecen en invierno, esperando, impacientes, a que las lleve el viento.

En ciertas zonas de China, de donde procede el árbol, las madres recriminan a los hijos vagos que no estudian y remolonean constantemente llamándolos "brote inútil de ailanto".

El ejemplar que veis en la foto lo localizamos en nuestro querido y maltratado Parque de Abelardo Sánchez, concretamente, a la entrada del Museo Provincial.  Por lo que he visto, parece que les favorece mucho la sombra, sobre todo a los ejemplares de corta edad, pero son capaces de aguantar bien el estival sol del mediterráneo.

Yo usaba hojas de éste árbol para alimentar a mis orugas de Samia ricini.
Ailanto en el colegio "La Enseñanza" en el año 2010. Estos ejemplares fueron talados, dejando el patio desprovisto de cualquier síntoma de vida vegetal.

11 comentarios:

  1. Anónimo28/10/10

    Juan Angel
    Wowww no sabia de la existencia de esta especie pero me fijaré cuando vaya a los lugares mencionados! que alto que es no sabia que crecia tan rapido! me encanta como no tu post! siempre aprendiendo nuevas cosas es genial!! :D

    ResponderEliminar
  2. Se puede llegar a confundir con el árbol de la acacia, también muy extendido en Albacete.
    Saludos¡¡

    ResponderEliminar
  3. :)
    Aaaaai... Mixirriiii! Me encanto la entraaada estaa! Este arbol parece interesante pero si quieres que te sea sincera... Los arboles no son lo miioo!
    En caMBio, a mispadres y a mi hermano les encantan! Saben mogollon, pues mi abuelo era campesino y mi tio tiene una floristeria... ;)
    Siento la brevedad del comentario, peroes que estoy en el ipod y me estoy estresando cn este teclado!
    Te quiere,

    à.

    ResponderEliminar
  4. Hola Javier,
    sí, se puede confundir, pero el ailanto tiene las hojas mucho más largas, los foliolos son más grandes y la forma y color del tronco es diferente: la de la acacia es rugosa y a veces, con bultos. Las semillas y flores también son diferentes.
    Un saludo!

    ResponderEliminar
  5. A mi me parece una especie de una gran perseverancia y capacidad de asentamiento similar al de la higuera. Crecer en lugares tan hostiles por parte de estos árboles, me llena de curiosidad, verlos en canales de edificios y como bien dices en los lugares más insospechados es sorprendente.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. Es curioso como crece en cuaquier sitio, parece tener especial gusto por germinar entre las grietas de los escalones en edificios poco cuidados, allá donde fueron a parar sus voladoras semillas. En sitios con humedad alta, como la cornisa cantábrica, es una desgracia que lleguen a un prado, porque hay que declararles la guerra sin cuartel o lo ocuparán por completo.

    ResponderEliminar
  8. Hola Jesús. La verdad es que yo también lo he visto crecer en los sitios más inverosímiles. Aquí se le combate muchísimo pero nunca se acaba con él, porque las raíces se meten por debajo de las baldosas y las levantan.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. Para completar tengo que decir que actualmente esta catalogado como especie exótica invasora. Debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, ha sido catalogada en el Catálogo Español de Especies exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 1628/2011[1] , de 14 de noviembre, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Domi, gracias por tu aportación. La entrada tiene tiempo, es de cuando era joven e inexperto (jaja, bromas aparte). Creo que esta especie debería ser esquilmada de nuestros campos, mucho decretito pero luego no se hace nada, porque nadie lo conoce y la desinformación es un factor importante en esto. Sólo se le conoce en algunos pueblos porque se sabe que las raíces levantan el suelo de las casas (al menos en el mío pasa así).

      Saludos.

      Eliminar

Trato de responder a todos vuestros mensajes, aunque sea solamente para dar las gracias.