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jueves, 4 de septiembre de 2025

En el Parque de Abelardo Sánchez con Alonso

Ayer quedé con mi buen amigo Alonso Ródenas para practicar la fotografía con mi vieja réflex y su objetivo macro. Llevo tiempo pensando en retomar esa cámara que tanto usé entre los años 2012 y 2014 aproximadamente, especialmente para macrofotografía, y quién mejor para refrescarme la memoria que mi amigo Alonso, experto en ello. Estuvimos practicando con su objetivo, el difusor y el flash, que enganchamos a mi cámara, mientras él me explicaba todo pacientemente, muy atento y de forma didáctica. Dimos una vuelta por el Parque de Abelardo Sánchez, el más grande de Albacete, con pinos carrascos gigantescos y zonas más frescas, en busca de pequeños insectos. Al principio no encontrábamos ninguno, solamente hormigas y moscas, pero al rato aparecieron otros animalillos que nos sorprendieron, sobre todo un par de mantis iris (Iris oratoria), que nos llamaron mucho la atención (no esperábamos encontrar este insecto aquí, aunque alguna vez, de pequeño, vi algún macho volando hacia las luces de los escaparates de tiendas cercanas al Parque). Aún así, comprobamos que el Parque, tristemente, es prácticamente un páramo de biodiversidad entomológica, si se gestionara de otra manera otro gallo cantaría. Las adelfas, uno de los setos más abundantes, fueron los arbustos sobre los que más insectos vimos, era de esperar. Tomamos bastantes fotografías y con los consejos de Alonso, aprendí mucho y, como veis en las imágenes, aún me queda mucho por practicar, seguiré en ello. Vimos otros insectos que no pude fotografiar bien, como un Zelus renardii, chinche invasora originaria de Norteamérica, otra chinche Spilostethus pandurus y un sírfido, Episyrphus balteatus, entre otros.

Hormiga del género Lasius.
Heliophanus sobre una flor de adelfa.
Los omnipresentes pulgones de la adelfa (Aphis nerii).
Las ardillas rojas (Sciurus vulgaris) se encuentran entre los "personajes" más conocidos del Parque.
Contraluz de un almez (Celtis australis).
Iris oratoria
Chinche de la adelfa (Caenocoris nerii).
El mismo ejemplar, de lado.
Polilla de la acelga (Loxostege sticticalis).

martes, 2 de septiembre de 2025

Resumen odonatológico del verano 2025 en el JBCLM

Trithemis kirbyi, la libélula africana que siempre se pone de ejemplo como especie que se ha expandido hacia el norte gracias al cambio climático. 01.09.2025.

La temporada estival de libélulas y caballitos del diablo en el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha (Albacete) este año no ha aportado nada nuevo al catálogo de especies que tengo registradas aquí, pero sí he notado variación en la abundancia de algunas de ellas.

Junio comenzó bien, siendo muy abundantes alrededor de las lagunas especies típicas como Orthetrum cancellatum, Crocothemis erythraea (que está siendo muy habitual toda la temporada) y Trithemis annulata. Anax imperator parece que está siendo sustituida por A. parthenope en la zona, quizá vaya por años, lo iremos viendo. Las especies africanas más llamativas, excepto Trithemis kirbyi y C. erythraea, tampoco se han dejado ver mucho. Eso sí, observé varios O. chrysostigma en cierta ocasión y diría que ha sido el año que más ejemplares de esta especie africana he visto en el JBCLM. El resto de meses, no he detectado ningún ejemplar.

Ceriagrion tenellum
Crocothemis erythraea
Orthetrum chrysostigma
Crocothemis erythraea
Trithemis annulata
Anax parthenope 
Orthetrum cancellatum

En julio, hubo mucho movimiento de odonatos en la balsa de los huertos. Aquí observé una hembra de Anax imperator ovipositando, además de varias Crocothemis erythraea, Sympetrum fonscolombii y, de nuevo, más Orthetrum cancellatum, todas ellas recién emergidas. También había muchas mudas de Aeshnidae y Libellulidae (nada sorprendente, pues son familias a las que pertenecen todos los ejemplares que estaba viendo). Con respecto a los zigópteros o caballitos del diablo, sin novedades: las mismas especies (Ischnura graellsii y Erythromma lindenii).

Orthetrum cancellatum
Orthetrum cancellatum
Exuvia de Aeshnidae (Anax imperator o A. parthenope, seguro).
Orthetrum cancellatum
Curiosa reunión de Sympetrum fonscolombii, Ischnura graellsii y una pareja de Erythromma lindenii, con la hembra ovipositando.
Anax imperator ovipositando mientras es observada por una rana (Pelophylax perezi).
Ischnura graellsii

En agosto, aunque no he muestreado debido a las vacaciones de verano y a otras historias, sí me he dado cuenta de que han empezado a ser más abundantes las Trithemis kirbyi, acompañando a las que ya he mencionado. De momento, no he visto aún ningún Sympetrum sinaiticum, otra especie africana cada vez más común y que llega a verse a finales de otoño, es cuestión de días. Próximamente aparecerá alguna Aeshna, como es habitual en los meses de otoño, así que estaré atento. En resumen y para concluir, la temporada estival ha sido la esperable en el JBCLM, sin grandes sorpresas.

Anax parthenope
Crocothemis erythraea

miércoles, 20 de agosto de 2025

Ibis eremita en Albacete

Ibis eremita (Geronticus eremita)
Este verano se están viendo varios ejemplares radiomarcados de ibis eremita (Geronticus eremita) en los alrededores de la ciudad de Albacete, procedentes del proyecto Waldrappteam, de Austria. En este plan de reintroducción del ibis eremita en Europa central, los ejemplares se crían en Austria y se les enseña a migrar hacia el sur, hacia Italia y hacia el suroeste de España, guiándolos mediante ultraligeros. Es un proyecto impresionante para recuperar y conservar las poblaciones de esta ave (en peligro de extinción a nivel mundial) en el continente europeo, donde antaño fue mucho más común.

Una tarde del mes de julio, tuve la suerte de poder acercarme a ver uno de los ejemplares, al cual había visto días antes volando por encima de la autovía mientras conducía. El animal, conocido como Catan, nació en el Zoo de Rosegg en 2024 y se crió en Taching am See, a los pies de los Alpes, desde donde migró de forma asistida con sus cuidadores hasta Vejer de la Frontera (Cádiz). A partir de ahí ya se le dio libertad total y el animal está rondando diferentes campos de La Mancha oriental. El otro ejemplar que se está viendo en Albacete en el mes de julio, Tinizong, también nació en 2024. 

Ibis eremita (Geronticus eremita)
Ibis eremita (Geronticus eremita)
Ibis eremita (Geronticus eremita)
Las fotos no son las mejores, pero no quise acercarme mucho para no molestarle. Y aquí os dejo un corto vídeo que grabé del animal en movimiento:



jueves, 3 de julio de 2025

Musarañita (Suncus etruscus) en el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha

Hoy hemos encontrado una musarañita o musgaño enano (Suncus etruscus) muerta en el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, es la primera vez que veo este animal. Se trata de uno de los mamíferos más pequeños del mundo, que llega a pesar como máximo unos 3 g. Tiene el dorso gris oscuro y el vientre más claro, y una cola de sección más o menos cuadrada con largos pelos finos. Los ojos están muy reducidos y sus orejas son grandes. Por su alto metabolismo, necesitan comer cada poco tiempo, y no llegan a vivir dos años de vida. Se alimentan de invertebrados como gusanos, orugas, arácnidos e insectos en general.

El ejemplar ha quedado conservado para la posteridad.

Suncus etruscus

Suncus etruscus. Pabellón auditivo.

Suncus etruscus. Detalle de la cara.

Suncus etruscus. Aunque mucha gente lo cree y lo podría parecer por sus incisivos, las musarañas no son roedores sino insectívoros (orden Eulipotiflos), como los erizos y topos. 

Suncus etruscus

Otra especie de musaraña que encontré, en febrero de 2023, en el Jardín Botánico, es la musaraña gris (Crocidura russula). También estaba muerta y era bastante más grande que el musgaño.

Crocidura russula

Crocidura russula

miércoles, 9 de octubre de 2024

Aves y bayas

Artículo publicado también en el número 348 de la revista "Albacete a mano".

Conforme el verano se aproxima a su fin, maduran en bosques y matorrales espinosos miles de pequeños frutos de atrayentes colores rojizos, anaranjados, morados… El momento perfecto para las aves, que se atiborran de estas golosinas de la naturaleza. Es la época en que se preparan para hacer frente al otoño y al frío invierno, ya sea en nuestras latitudes o más al sur, por lo que la gran producción de frutos coloridos les permite coger fuerzas para emprender una migración de cientos o incluso miles de kilómetros.

No es casualidad que la migración de las aves y la maduración de los frutos suela coincidir en tiempo. Esta sincronización lleva ocurriendo miles de años, gracias a la selección natural que ha forzado a ciertas plantas a producir pequeños frutos de color llamativo, que los pájaros migratorios son capaces de detectar desde lejos, ingerirlos y dispersar las semillas que contiene el fruto lo más lejos posible, aprovechando las migraciones de las aves y la llegada del frío. Diferentes aves como mirlos, zorzales, estorninos, currucas, palomas… consumen con avidez estas pequeñas estructuras reproductivas que contienen las semillas. Rosales, zarzamoras, acebos, majuelos, boneteros, morrioneras, saúcos o endrinos se sirven de las aves para dispersar sus semillas. Así, cuando el pájaro se traga el fruto entero y atraviesa su aparato digestivo, los ácidos van dañando la capa más externa de la semilla. Finalmente, cuando el proceso ha terminado y el pajarillo defeca, la semilla sale prácticamente intacta, pero preparada para empezar a germinar en cuanto note la humedad de la tierra y una temperatura apta para su crecimiento.

Este proceso es tan importante que los lugares donde prosperan estos arbustos, a menudo de hoja caduca, son considerados hábitats de gran importancia para las aves. En el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, contamos con uno de estos paisajes recreados, el matorral espinoso caducifolio, donde es posible observar de primera mano todo este proceso, desde que los frutos empiezan a madurar, hasta que su semilla acaba germinando de nuevo, tras haber atravesado el tracto digestivo de los pájaros. 

Llegada la primavera, los matorrales espinosos ofrecen también refugio seguro para la nidificación de los pájaros. Las marañas pinchudas protegerán a sus polluelos de los depredadores. Además, las florecillas (las que en otoño se habrán convertido en frutos) atraen miles de insectos que los pájaros adultos capturarán para alimentar a sus crías. 

Así vemos cómo todo en la naturaleza está conectado y hemos de ser conscientes, como sociedad, del valor que tienen los matorrales autóctonos para la biodiversidad y la conservación de la naturaleza en general.  

Crataegus laciniata, espino endémico de las sierras béticas y de otras sierras del noroeste de África. 
Jardín Botánico de Castilla-La Mancha.

lunes, 30 de septiembre de 2024

La primera Vanessa atalanta del otoño

 Hoy he visto la primera Vanessa atalanta del otoño. Ha sido en el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, en la rocalla de plantas medicinales. Volaba veloz y nerviosa cerca de una higuera. Esta especie migratoria resulta muy abundante a mediados y finales del otoño en Albacete, y se observa fácilmente en jardines y parques, preferentemente cerca de madroños en flor.

Vanessa atalanta. Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, Albacete. 30.09.2024.


lunes, 22 de julio de 2024

No es vistosa, pero sí valiosa

Artículo publicado también en el número 345 de la revista "Albacete a mano".

    Las duras condiciones ambientales (de suelo y clima) que en ocasiones encontramos en muchos hábitats de nuestro entorno mediterráneo llevan al límite vital a las plantas que crecen en ellos. Así, a lo largo de millones de años de evolución, las especies han ido adaptándose y cambiando su morfología para conseguir resistir suelos salinos, compactados, arenosos, expuestos al sol, con una presencia casi testimonial de agua o con enormes diferencias de temperatura entre el día y la noche. ¿Y cómo lo han hecho? Pues encogiendo sus hojas, haciéndolas pequeñas o lineares, lo que disminuye la superficie de evapotranspiración, o llenándose de pelillos (indumento) blanquecinos que retienen la humedad o reflejan la luz solar, evitando así la deshidratación; algunas plantas también crean estructuras de resistencia (rizomas, bulbos…) o desarrollan grandes sistemas radiculares en busca de agua. Incluso, algunas plantas son caducifolias, pero no en otoño, sino en pleno verano: dejando caer sus hojas, entran en un estado de mínima actividad y consiguen evitar la pérdida de agua, renaciendo con la llegada de las lluvias otoñales y primaverales.

    En el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, es fácil oír la frase que encabeza este texto, especialmente cuando les contamos a nuestros estimados visitantes la importancia ecológica de muchas de las plantas que crecen aquí y que, por vicisitudes de la evolución de las especies, han sacrificado las grandes y llamativas flores, y las hojas verdes y amplias, por exigencias del hábitat. Que no son llamativas, sino valiosas. Porque donde ellas crecen, pocas plantas podrían vivir. Y esto conlleva el organizarse en ecosistemas muy raros y únicos en el contexto europeo, que a su vez atraen a otras especies animales de gran importancia y rareza.

    Una de estas plantas, verdadera joya viviente, pero poco vistosa, es Anarrhinum fruticosum. Esta pequeña mata, que no tiene nombre vulgar, solamente crece de forma natural en la sierra de Crevillente (Alicante) en toda Europa. Más allá, crece solamente en áreas muy secas de Marruecos y Argelia. Vive en suelos calcáreos y su población natural es tan pequeña que presenta un altísimo riesgo de extinción, siendo muy sensible a la destrucción de su hábitat. Y aunque es poco llamativa, es un tesoro del sureste ibérico que tenemos la suerte de poder encontrar floreciendo estos días de verano en el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, en la colección de endemismos iberonorteafricanos. Como sociedad, debemos conocer y proteger estos tesoros naturales que crecen tan cerquita de nosotros, para que no debamos nunca lamentar su desaparición, aunque por su aspecto no sean vistosos, pero sí muy valiosos.

Anarrhinum fruticosum floreciendo en el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, Albacete, en el mes de junio de 2024.

lunes, 8 de mayo de 2023

Paisaje mediterráneo

Una ladera del valle del río Júcar a su paso por mi provincia, por donde vagamos ayer mi mujer y yo. Me gustó este rincón, donde se muestra el tipo de vegetación que tan grabado llevo en mis recuerdos de siempre. Se aprecian algunos pinos piñoneros (Pinus pinea), de globosas copas, y pinos carrascos (P. halepensis) al fondo, así como una encina (Quercus ilex subsp. ballota) a la izquierda. La intensa sequía que estamos padeciendo en España no parece afectar a ciertas especies de árboles de nuestro entorno más cercano.

domingo, 30 de abril de 2023

La joya de los pinares

Los días 28 y 29 de abril han sido mágicos para mis amigos y para mí, pues pudimos ver uno de los insectos ibéricos más bonitos y esquivos que podemos encontrar en nuestros bosques: la mariposa isabelina (Graellsia isabellae). Llevaba muchísimos años queriendo ver este precioso animal y por fin lo hemos conseguido.

Mariposa isabelina (Graellsia isabellae). Sierra de Alcaraz (Albacete), 29.4.2023.

    Este lepidóptero fue descubierto hace relativamente poco tiempo, en 1848, por Mariano de la Paz Graells, zoólogo y director del Gabinete de Historia Natural y del Jardín Botánico de Madrid, en un pinar de Peguerinos (Ávila), pueblo que en la actualidad incluye esta mariposa en su escudo. La nombró Saturnia isabellae en honor de la reina Isabel II, aunque posteriormente el entomólogo inglés Grote creó el género Graellsia, dedicándoselo al descubridor de este insecto único. Coloquialmente, los naturalistas españoles también la llamamos "graellsia".

Isabelina (Graellsia isabellae). Sierra de Alcaraz (Albacete), 29.4.2023.

Isabelina (Graellsia isabellae). Sierra de Alcaraz (Albacete), 29.4.2023.

    Mucho se ha escrito sobre este insecto, incluso hay una monografía consultable en Internet con mucha información valiosa sobre su origen evolutivo, ecología, abundancia, etc. Nosotros fuimos a buscarla a las cercanías de Riópar y Mesones, en mi provincia, donde encontramos bastantes ejemplares en los pinares, pues su oruga se alimenta de Pinus nigra subsp. salzmannii, el pino negral o laricio, y en estas sierras estos árboles conviven con Pinus pinaster, el pino resinero o ródeno. La oruga es difícil de ver, pues suelen ocupar la parte superior de las copas de estos grandes pinos.

Otro ejemplar de isabelina (Graellsia isabellae). Sierra de Alcaraz (Albacete), 29.4.2023.

Isabelina (Graellsia isabellae). Sierra de Alcaraz (Albacete), 29.4.2023.

Isabelina (Graellsia isabellae). Sierra de Alcaraz (Albacete), 29.4.2023.

Este macho estaba muy deteriorado. Viven pocos días, pero lo dan todo en busca de la hembra. 

    Es un insecto emblemático de las montañas del centro y este ibéricos y los Alpes y mucha gente viaja a pueblos recónditos para intentar verlo, tal y como hicimos nosotros, por lo que supone un atrayente turístico muy interesante en muchos sitios (si se sabe aprovechar). 

sábado, 28 de enero de 2023

Fisurícolas invernales en el plátano de sombra

  El plátano de sombra (Platanus x hispanica) es un árbol muy plantado en ciudades de prácticamente todo el mundo. En Albacete, es una de las especies más comunes, junto con la falsa acacia (Sophora japonica) y el aligustre japonés (Ligustrum lucidum). Anda que van a esmerarse en plantar árboles autóctonos, pero bueno, eso es otra historia, voy a intentar no desviarme.
   El plátano de sombra tiene una corteza característica, que se va separando conforme crece el árbol y desprendiéndose en escamas, y que deja ver la parte inferior, más lisa y amarillenta. Esta característica lo hace muy fácil de reconocer cuando el árbol no tiene hojas en invierno. Así, muchos insectos y otros artrópodos aprovechan esta circunstancia para guarecerse en los pequeños intersticios que se van formando sobre la corteza del plátano conforme se desprende su corteza en pequeños trozos. Mis amigos Adrià Miralles y Alberto Narro ya me habían avisado de que es muy fácil encontrar en la corteza del plátano de sombra, por ejemplo, pseudoescorpiones, unos arácnidos de tamaño minúsculo, que por el aspecto, parecen pequeñas arañitas con pinzas de escorpión (son inofensivos). Así me lo demostró Adrià el pasado verano, cuando nos pusimos a mirar unos plátanos en Montjuic (Barcelona) y encontramos bastantes pseudos.
    Ayer, me puse a mirar con atención la corteza de un plátano de sombra. Llevamos casi diez días de temperaturas muy bajas por la noche, de entre -4 y -6 ºC, por lo que muchos invertebrados deciden hibernar en estos recovecos de las cortezas de los árboles. Levanté varias plaquitas de corteza y encontré diferentes invertebrados. Los más abundantes, con diferencia, eran Scantius aegyptius, una chinche parecida al "zapatero" de toda la vida (Pyrrhocoris apterus), pero que sí tiene alas y solo dos puntos circulares en los hemiélitros. Propia del mediterráneo, esta chinche pasa el invierno en grupos de bastantes individuos en grietas.

Agrupación de Scantius aegyptius. Albacete, 27.1.23.
En esta corteza, había otras especies de insectos. Las chinches más pequeñas de la parte superior izquierda, con puntos blancos en las alas, son del género Horvathiolus. Abajo, a la izquierda, se ve un ejemplar adulto de la galeruca del olmo (Xanthogaleruca luteola), algo que no me extrañó, porque este plátano de sombra crece junto a unos olmos.
Aquí encontré otra chinche distinta a los Horvathiolus y Scantius, que se guarecía en una bolsita de seda arácnida (pero sin araña), junto a las galerucas. Se trata, creo, de Raglius alboacuminatus.
Raglius alboacuminatus
    Otro pequeño insecto que apareció por ahí fue un psocóptero, animales minúsculos que pasan muy desapercibidos, pero que en realidad son bastante abundantes. Incluso es fácil verlos en balcones y terrazas de las ciudades en pleno invierno, en esquinas y zonas algo más resguardadas.
Psocóptero.
Y por supuesto, también encontré arácnidos, como este ejemplar de la familia Philodromidae.
Fam. Philodromidae
    En definitiva, la corteza de los árboles, sobre todo de los de mayor edad, son una importante fuente de refugio y alimento de un sinnúmero de pequeños animales. Por eso, en las ciudades, es importante respetar aquellos ejemplares viejos (siempre que no supongan un peligro para los viandantes), diversificar en especies y plantar nuevos, cuidándolos y favoreciendo la biodiversidad que prospera a su alrededor.