domingo, 3 de abril de 2011

Locus amœnus


3 comentarios:

  1. Bueno Guillermo, y en este supuesto lugar especial con un día de tintes plomizos, qué sugieres aparte del placer del silencio o, el susurro del viento a través de las ramas del pinar… ¿tienes alguna buena observación? ¿eeehh?...

    Saludos.

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  2. ¡Javi!Sugiero muchas cosas. Ahí vi mi primer lagarto ocelado y por primera vez escuché el canto del búho real al aire libre. Tiene un encanto especial. Además, en ese suelo hay unos extraños trazados que no crean ninguna imagen en concreto y que dicen que los hizo alguna tribu que pasó por allí, hace centurias.
    La foto lo dice todo y, ese día, iba a llover. Me encanta la lluvia en el bosque, ¿a ti no?
    Saludos.

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  3. Sabía que escondías algo en el bosque…el canto del búho real, excelente encuentro, tanto como el del lagarto ocelado.
    La verdad es que en el bosque se puede alucinar con todos los meteoros habidos y por haber. Estoy de acuerdo contigo, todo al aire libre es fantástico, incluso la lluvia.

    Saludos.

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