jueves, 24 de abril de 2014

Los montes mediterráneos del suroeste de Albacete y su naturaleza: Sierra del Relumbrar, Ojos de Villaverde y Estrecho del Hocino

    Hace un mes que no publico nada en el blog, y no es por falta de tema sino por falta de ganas. Antes de venir a España de nuevo, en marzo, fui con unos amigos a Allerthorpe Common, en busca de alguna que otra víbora europea que hubiera salido con las temperaturas primaverales. La entrada sobre esta salida la tengo a medio escribir. Pocos días después, África y yo encontramos un momento para ir a Bempton Cliffs, donde pude observar (y bimbar, jeje) con detenimiento aves marinas nidificantes en acantilados, como el frailecillo, el arao, el alca y la gaviota tridáctila. Espero encontrar algún momento para terminar esos borradores y publicarlos. Al volver a la Península, acompañé a Rafa Torralba a ver un flamenco enano (Phoeniconaias minor) que apareció en Aljibarro y que ha estado allí hasta hace nada. Además, borré todos los blogs que tenía inutilizados y me hice uno nuevo sobre mis dibujos y pinturas que ya compartiré por aquí.
    Ahora, os contaré la aventura del otro día (XX/IV/MMXIV) que tuvimos otros amigos y yo en la zona suroeste de nuestra provincia. Básicamente fuimos de pajareo a uno de los lugares más espectaculares de Albacete, con flora y fauna únicas, ya que aquí existen laderas cubiertas de bosque mediterráneo muy original y con taxones de mucho interés corológico, suelos de cuarcitas y pizarras, ombroclima subhúmedo... Vamos, la Sierra Morena albacetense.

Sierra del Relumbrar: buitres, orquídeas y jaras
Orchis papilionacea
    Laderas húmedas iluminadas por leves fogonazos del sol de abril que se cuelan entre las nubes que amenazan lluvia, roquedos repletos de carrascas y jaras, romero y tomillo, lentisco, madroño y alcornoque. Y en el cielo, decenas de buitres leonados y una pareja de águilas reales. En el bosque, el señor de los encinares, el rabilargo, esfumándose entre los arbustos como un fantasma de alas de zafiro. Las currucas cabecinegras también cantaban de lo lindo. La lluvia de la noche anterior había calado la atmósfera de esta zona de Albacete, volviéndola húmeda y fría, y el viento ayudaba mucho a que la sensación térmica fuera menor de lo esperado. Al llegar, nos entretuvimos mirando un enorme grupo de buitres leonados (Gyps fulvus) que se elevaban a unos kilómetros sobre los carrascales. Cuando vimos que era un grupo monoespecífico, continuamos el trayecto, y a unos metros del coche, me pareció ver unas flores color magenta que se elevaban entre los terófitos de un pequeño prado cercano. Al bajar del coche, me di cuenta de que se trataba de mis primeras Orchis papilionacea, una orquídea que había visto innumerables veces en libros y fotografías de grupos de Facebook. Los grandes labelos rosados con estrías más oscuras las hacen muy llamativas. En un área de poquísimos metros cuadrados, en este mismo herbazal al lado de la carretera, vimos dos especies de orquídeas más: Ophrys lutea, de flores fácilmente reconocibles por el borde del labelo amarillo fuerte, y Ophrys tenthredinifera. Decenas de pequeños tallos repletos de florecillas de orquídeas brotaban por doquier.
Ophrys lutea
    El sitio prometía, y no solo por la belleza del paisaje y por los relatos de Rafa sobre sus interesantes observaciones de ornitofauna, sino también por una cosa tan simple como el habernos encontrado con tres especies diferentes de orquídeas de buenas a primeras en plena floración. Una amiga me comentó una vez la extraña apariencia de las flores de Ophrys lutea, ya que podrían parecer flores amarillas con un pequeño insecto rectangular de color oscuro sobre ellas, y así lo pude comprobar.  El epíteto específico lutea significa "amarillo", lo cual hace referencia al color del labelo. Ophrys tenthredinifera también formaba algunos rodales donde crecía abundantemente, y todas estaban en plena floración. Su labelo, bastante geométrico y multicolor y los sépalos rosados la hacen inconfundible. Otra orquídea común era el espejo de Venus (Ophrys speculum).
Ophrys tenthredinifera
    Conforme nos internábamos en la Sierra, nos recibían los extensos jarales, intercalados con encinas de gran porte, alcornoques (este es el único lugar de Albacete donde podemos observar alcornoques silvestres) y otros arbustos que nombraré más adelante. Me di cuenta de que crecían al menos tres especies de jara: la jara pringosa (Cistus ladanifer), algún jaguarzo negro (Cistus monspeliensis), que también vimos en el Estrecho del Hocino en floración, y la jara cerval (Cistus populifolius), que vi desde el coche y sin flores. Esta última se trata de una cistácea calcífuga que gusta de lugares más húmedos que la pringosa. Otros arbustos que también vimos eran especies termófilas como el lentisco (Pistacia lentiscus) y el madroño (Arbutus unedo) lo cual indicaba que nos encontrábamos en el piso mesomediterráneo inferior. Cerca crecían también cantuesos (Lavandula pedunculata). Saliendo ya del corazón de la sierra, hicimos otro avistamiento desde el coche, en este caso, de otra orquídea. Bastante alta, se erguía solitaria entre los romeros y su intenso color rosa la delató desde lejos. Conseguimos fotografiarla sin bajarnos del coche y he llegado a la conclusión de que pertenecía al género Orchis, y consultando a José Antonio López Espinosa, me dijo que podría tratarse de Orchis tenera Orchis olbiensis, aunque presente el labelo bastante corto. Según Flora Ibérica, sería Orchis mascula. El haberla visto desde lejos no ayuda mucho en la identificación.
Orchis gr. mascula
    Esta orquídea fue la última que vimos y la quinta que vimos en todo el paseo por las sierras del suroeste albaceteño, y seguro que nos perdimos varias más. Es sorprendente la gran riqueza de orquideoflora en nuestra zona y siempre la ignoramos.
  Cerca crecían estas flores moradas, los nazarenos (Muscari comosum=Leopoldia comosum) que aparecían por doquier. Sobre las flores de esta especie, en el Herbario Virtual del Mediterráneo Occidental, leemos lo siguiente:
Muscari comosum
   "La inflorescencia está formada por un racimo de flores verdosas y fértiles con las piezas florales completamente soldadas en posición más o menos horizontal. En la parte superior de la inflorescencia hay un grupo de flores estériles de color azul-liloso intenso dirigidas hacia arriba y que llaman mucho la atención, pudiendo parecer auténticas flores", así lo podéis observar en la foto.
    Para mí esta especie también era nueva, ya que el nazareno que más abunda por la zona central de la provincia es M. neglectum, si bien pone en internet que tolera suelos calizos, prefiere vivir en zonas de sustratos ácidos.
    Mi amigo Rafa estaba recolectando plantas para su herbario, así que le ayudé un poco y de paso yo también cogí algunas. La especie a la que más ganas le tenía era la jara pringosa, pero tuve que hacerlo con mucho cuidado porque las cistáceas, ya se sabe, son famosas por la fragilidad de sus pétalos...
Cantueso (Lavandula pedunculata)
Flor de jara pringosa (Cistus ladanifer)
    Como dije, vinimos de pajareo como no podía ser de otra forma, pero al ver que la cosa estaba un poco débil, me centré un poco más en las plantas. De todas maneras, vimos cosas interesantes. Los trigueros (Miliaria calandra) cantaban por todos lados, hasta en el suelo. Me encanta este pájaro, tan común en Albacete y tantas veces ignorado. Recordemos que la Península Ibérica es una de las regiones europeas con mayores poblaciones de trigueros.
Triguero (Miliaria calandra)
Pareja de escribanos montesinos (Emberiza cia), la otra especie de escribano que vimos. 
     Pudimos observar también dos parejas de águilas reales (Aquila chrysaetos), aguilillas calzadas (Hieraaetus pennatus), un busardo ratonero (Buteo buteo) e incluso un pequeño elanio común (Elanus caeruleus) que a mí no me dio tiempo a ver. A lo lejos, también avistamos dos grupos de ciervos y jabalíes pastando tranquilamente en un entorno adehesado de la zona.
    En un valle del interior de la sierra, nos soprendió una pequeña mariposa papiliónida que revoloteaba grácil sobre los jarales y justo al verla supimos de qué se trataba: la escasísima mariposa arlequín (Zerynthia rumina), declarada "En peligro" por la UICN. Sus orugas se alimentan de Aristolochia.
Mariposa arlequín (Zerynthia rumina)

Estrecho del Hocino
Coincya rupestris subsp. rupestris
    De la Sierra del Relumbrar nos dirigimos al Estrecho del Hocino, un abrupto valle o desfiladero situado entre Reolid y Salobre (sí, el famoso pueblo de José Bono). Entre los naturalistas este lugar es conocido por la presencia del endemismo alcaracino-cazorlense (exclusivo de Albacete), la Coincya rupestris subsp. rupestris, por las cabras montesas (Capra pyrenaica) tan fáciles de observar y por el paisaje espectacular. A la C. rupestris la vi sin saber exactamente qué era, y sospechando que se trataba de ella, le hice una foto. Posteriormente, en un grupo de Facebook me han confirmado que se trataba de ella. Una vez más, la cosa ornítica fue un poco débil. Observamos aviones roqueros (Ptyonoprogne rupestris), especie infalible, un roquero solitario (Monticola solitarius), una pareja de aguilillas calzadas y un buitre leonado. Y también, otra vez más, nos centramos bastante en las plantas mientras yo ingería un bocadillaco de jamón con tomate y aceite de oliva. Aprovechamos también para recolectar semillas para nuestras futuras plantaciones de ARBA Albacete de arbustos como el enebro (Juniperus oxycedrus) y el jaguarzo negro (Cistus monspeliensis).
    El Estrecho del Hocino es una zona a la que guardo especial cariño, pues fue aquí donde vi mis primeras cabras montesas, en una excursión geológica del instituto, hace varios años. Aquel día fue una de las veces que más cabras he visto en un momento y muy de cerca. La verdad es que recomiendo a cualquiera que pueda, que se dé un paseíllo por la zona, con cuidado, eso sí, que la carretera es estrecha y con curvas, y los coches pasan.
Cabra montés (Capra pyrenaica), en la Reserva del Estrecho del Hocino, cerca de Salobre y Reolid.

Ojos de Villaverde
    Antes de desplazarnos a los Ojos de Villaverde, hicimos una corta parada en una carretera en busca de otro interesante ornito: el gorrión moruno, pero en su lugar apareció un buitrón (Cisticola juncidis) con material para el nido.
    Se dice que los Ojos de Villaverde es la zona con mayor biodiversidad de la provincia de Albacete. No sé si será verdad, pero como Rafa advirtió, nos recibieron varios individuos de aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus). Las laderas cercanas me parecieron cubiertas de sabinares de sabinas albares (Juniperus thurifera) del mesomediterráneo superior por lo menos, con genistas, romero y salvias. Muchos ejemplares de sabina albar alcanzan tamaños bastante grandes en esta zona y algunos se encontraban hendidos por el rayo.
Vegetación de una ladera en torno a los Ojos de Villaverde.
    Observamos mucho paso de hirundínidos, y tuvimos unas vistas geniales de un grupillo de golondrinas dáuricas (Cecropis daurica). Observamos también patos colorados (Netta rufina). Permanecimos bastante rato cerca de una carreterilla al lado de unos cables de teléfono sobre los cuales revoloteaban decenas de abejarucos (Merops apiaster). En un herbazal encontramos escolopendras (Escolopendra cingulata). Desde esta zona también avistamos una garza imperial (Ardea purpurea), una preciosidad en vuelo.
    Entre un sotobosque de romeros, brotaban unos tallos de aspecto esparragárico de color rosado, se trataban de tallos floríferos del jopo (Orobanche latisquama), una planta parásita del romero (Rosmarinus officinalis).
Jopo (Orobanche latisquama) brotando.
    Aquí volvimos a ver a la orquídea Ophrys speculum, tan abundante como siempre, mientras nos acercábamos a algunas zonas encharcadas en busca de anfibios, sin éxito, sobre todo porque nos fuimos ya que de repente el suelo se alfombró con cientos de arañas...
Orquídea espejo de Venus (Ophrys speculum)
   En Chinchilla es la segunda especie de orquídea más abundante de la sierra, así que estoy "cansado" de verlas por todos lados. El labelo es muy característico, ya que parece un pequeño espejito azulado rodeado de pelambre. Es una flor que, si no se está atento, pasa bastante desapercibida.
  Tras recolectar algunos frutos de sabina para ARBAcete, decidimos volver a la capital.
    Las sierras de Albacete, ya sean las béticas o las estribaciones del Sistema Ibérico, siempre reciben con los brazos abiertos y es muy agradable explorar su biodiversidad. Uno se da cuenta de que la provincia no solamente es "La Mancha" plana, sino que hay sierras escarpadas, valles fértiles, planicies herbosas, bosques antiguos y ríos veloces y agresivos, y que en lugar de ser una tierra seca y yerma, es en realidad y muchas veces, un páramo deforestado por el hombre y cambiado totalmente, pero que todavía intenta resurgir de sus cenizas gracias a las semillas de lo poco que queda...
    Volvimos a casita con la mente llena de olores, imágenes y sensaciones inolvidables que podremos refrescar de vez en cuando porque todo esto está a un paso de nuestro hogar. Y mi herbario, una vez más, se vio agrandado por algunas especies interesantes.
Dos tipos de flor de Cistus ladanifer  para mi herbario, a punto de continuar prensándose adecuadamente en la prensa botánica. A pesar de haber aguantado varias horas en una mierdicarpeta, parece que lo llevaron un poco bastante bien. Cómo estarán cuando acaben de prensarse, eso no lo sé.

4 comentarios:

  1. Hola esta semana pasada he bajado un poco al sur de mi zona habitual y he pasado unos días por la sierra del Segura, vi mucha de la floración que comentas y también los vuelos de la Mariposa arlequín (Zerynthia rumina) un insecto precioso, pero al parecer no es tan escasa como hace pensar la categoría de la UICN, aunque sí es singular por su endemismo restringido a la Península, un poco de Francia y norte Africa, o al menos así lo piensa un amigo mio que han elegido a esa bella mariposa para la única asociación española enteramente dedicada a la conservación de las mariposas http://www.asociacion-zerynthia.org/

    César Mª Aguilar
    www.viajesnaturalistas.blogspot.com

    Un saludo,

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  2. Pedazo de entrada, Guille. ¡¡Venga, a retomar el blog!!

    Ahora que está el monte en flor, yo también quiero coger unas cuantas plantas para prensarlas. No son para hacer un herbario (bastante tengo ahora con los pájaros), es que quiero ver cómo quedan enmarcadas.

    Un saludo.

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  3. Anónimo14/5/14

    Tus entradas se han convertido en auténticas joyas, Guillermo, cada vez están mejor... y cada vez consigues que me dé una envidia más cochina jajajaja
    Precioso todo, una vez más.
    Besicos.
    Rosa.

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  4. Anónimo17/5/14

    ´Por cierto, has borrado el faceboo? espero que no sea por nada malo, esríbeme cuando puedas, ok? Besicos!

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Trato de responder a todos vuestros mensajes, aunque sea solamente para dar las gracias.