He pasado unos días en la costa levantina con mis amigas Marta y María del Mar, a quienes por fin estoy consiguiendo atraer al lado oscuro (el mundo naturalístico). La verdad es que mientras casi toda la Península estaba bajo una ola de calor de más de 40C, en Alicante no superábamos los 30C y las noches eran frescas. Me llevé un pequeño cuaderno Canson de papel normalito pero muy apto para lo que quería hacer: garabatos y notas rápidas con lápices y tinta (usé el típico Pigma Micron 0.1 y los Staedtler Pigment Liners) de cosas interesantes que veía. Nos acercamos un momento al borde del saladar de Aguamarga para coger algunas espigas y flores para dibujar.
Primera página. Espigas de dos gramíneas y flor y hoja de Nicotiana. |
Segunda y tercera páginas. Avispa alfarera y Cabo de Santa Pola. |
Otro día, fuimos al Cabo de Santa Pola. Como el sol sale por el Este y al Este de Alicante está el Mar, el amanecer siempre es impresionante. El astro rey se eleva poco a poco, naranja y redondo sobre las plateadas y tranquilas aguas y durante un tiempo, todo se vuelve ocre. Así, decidimos verlo, pero desde el borde de la Sierra de Santa Pola: su conocido arrecife fósil que se formó hace unos 6 millones de años, antes de la Crisis de Salinidad del Messiniense, cuando el mar se secó. A las 5:45 am ya estábamos en camino hacia tan interesante lugar, sobre el que crecen eucaliptos, pinos carrascos, espartos, palmitos o margallons, romeros y albaidas entre otras muchas plantas interesantes. Allí crecía, en las grietas del borde mismo del precipicio, una planta que no conocía en vivo y en directo: el Teucrium buxifolium. Reconocí que era un Teucrium, pero ignoraba la especie, así que la he identificado ahora. Esta planta crece en grietas, en el piso termomediterráneo de tipo árido. Otra planta que me llamó la atención por las agallas que presentaba fueron las albaidas (Anthyllis cytisoides), las agallas eran del hemíptero Planchonia fimbriata. Las gaviotas graznaban cerca del Centro de Investigación Marina de Santa Pola y las espigas del esparto se mecían con la temprana brisa. Todo estaba tranquilo y olía bien...
Una enorme cochinilla de la humedad, ignoro la especie. Vimos varias en el Cabo de Santa Pola. |
Ese mismo día, después del amanecer, continuamos hacia el Clot de Galvany. Allí, la verdad es que lo pasamos bastante bien, aunque no vimos tantas aves como esperaba, sobre todo acuáticas. Pudimos contemplar una cigüeñuela haciendo sus cosas, un fumarel cariblanco dando vueltas por la zona, una garcilla cangrejera y fochas; abejarucos, currucas cabecinegras cantando a pleno pulmón, ánades reales, un alcaudón real que permaneció largo rato sobre unas ramas secas y un morito. Una lagartija colirroja (Acanthodactylus erythrurus) adulta se dejó fotografiar bastante bien así como un lagarto ocelado (Timon nevadensis).
Cuarta y quinta páginas. Hay un error, escribí Halimium halimioides, quería decir Halimium halimifolium. |
Festón blanco (Hipparchia fidia) en el Clot de Galvany. |
Lagarto ocelado (Timon nevadensis) juvenil. Clot de Galvany. |
Gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii). Los Arenales. |
To' esto es mío. |
Sexta y séptima páginas. Azucenas e insectos observados en las dunas. |
Azucenas de mar (Pancratium maritimum). Urbanova. |
El último día, fuimos al mar a despedirnos de él. La orilla estaba llena de pequeños tesoros naturales: Codium (vermilara?), bolas de Posidonia oceanica, tallos de Cymodocea, Cystoseira, bolas ya blancas de algún alga roja, una enorme Codium bursa, algún Sargassum, conchas y jibias... y lo más sorprendente: ¡decenas de huevos de pintarroja y raya!
Últimas páginas completadas del cuaderno. |